El FC Barcelona y el AS Mónaco han cerrado un acuerdo que marca un nuevo punto de inflexión en la carrera de Ansu Fati. A sus 22 años, el delantero emprende un préstamo de una temporada a la Ligue 1 después de asegurar su futuro con el club blaugrana.

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El futbolista amplió su contrato con el Barcelona hasta el 30 de junio de 2028, una extensión clave para prorratear su elevada ficha y aligerar el límite salarial del club culé.

Ansu Fati jugará la temporada 2025–26 en calidad de cedido en el Principado, donde el Mónaco podrá ejecutar una opción de compra cifrada en 11 millones de euros al término del préstamo.

La ampliación de su contrato permitió negociar que ambos clubes asuman a partes iguales la ficha de Fati (unos 4,7 millones brutos por club), frente al 30% inicial que proponía el Mónaco.

Con la cesión y el reparto de su ficha, el Barcelona libera cerca de 7–8 millones de euros brutos para la próxima temporada, un alivio importante en su contabilidad de Fair Play financiero.

En el Mónaco, Fati recuperará el dorsal ‘31’ con el que debutó en el primer equipo culé en 2019, mientras que el mítico ‘10’ queda libre para Lamine Yamal.

Después de sumar apenas 298 minutos repartidos en 11 partidos durante la 24–25, Fati busca en la Ligue 1 los minutos y la regularidad que el año pasado le fueron esquivos bajo las órdenes de Hansi Flick.

El técnico monegasco transmitió a Fati un mensaje de tranquilidad: “Ven aquí, que, aunque no hagas nada durante cinco partidos, no pasa nada”, una llamada que convenció al delantero de emprender esta nueva etapa.

Este acuerdo no solo refuerza la estrategia económica del Barcelona, sino que ofrece a Ansu Fati la oportunidad de reencontrarse con su mejor versión en un entorno exigente pero menos presionado que el Camp Nou, según informa Europa Press.

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