Con rotundidad, la nueva portavoz parlamentaria del PP en el Congreso de los Diputados, Ester Muñoz, desmarcó a su partido de la propuesta de Vox para acometer deportaciones masivas de inmigrantes, incluyo de aquellos de segunda generación al hablarse de 'reemigración'. En una rueda de prensa en la Cámara Baja, previa al pleno extraordinario de la tarde y a una reunión de grupos populares que dirigirá Alberto Núñez Feijóo, Muñoz afirmó que el PP "no puede estar a favor de esas deportaciones masivas" por ir en contra de la legislación. "Van en contra del artículo 4 de la convención europea de derechos humanos y el artículo 19 de la carta de derechos fundamentales europea", amplió la portavoz.

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También incidió en que del mismo modo no están de acuerdo con las regularizaciones masivas de inmigrantes, algo que está pendiente de acometerse en el Congreso —se habló de medio millón de personas, aunque apunta a que sean menos— y que ha enmendado el PP. Quieren que haya una revisión individualizada de los casos y que se tengan en cuenta si ya trabajan o si tienen antecedentes. Es una regularización que apoya Cáritas y otras organizaciones ligadas a la Iglesia Católica.

Así, los populares, siguen marcando posición propia frente a los de Santiago Abascal. Ello, después de su congreso de partido el fin de semana, en la que Feijóo afirmó que quiere gobernar en solitario, y un día después en la que su nuevo secretario general, Miguel Tellado, matizó que si no dan los números y Vox —u otras fuerzas— no está dispuesto a llegar a acuerdos externos, el PP está dispuesto a repetir elecciones.

En concreto, este lunes, la portavoz en Emergencia Demográfica y Políticas Sociales, Rocío de Meer, compareció desde la sede nacional junto a su homólogo de Interior, Samuel Vázquez, y el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster. Sirviéndose de los altercados de la semana pasada en Alcalá de Henares, tras una protesta de grupos radicales y los jóvenes afines a Vox de Revuelta después de una presunta violación a una mujer cometida por un migrante de un centro de acogida, De Meer alertó del ascenso demográfico de la población extranjera que "ha alentado el bipartidismo".

Citando que hay en torno a ocho millones de inmigrantes, la portavoz aseguró que "los que no se han adaptado a nuestras costumbres y que en muchos casos además han protagonizado escenas de inseguridad tendrán que volver a sus países". Habló abiertamente de un proceso de "reemigración", término que emplea los grupos ultras en Europa. Algo que están adoptando las formaciones populistas de derecha y de ultraderecha y que también radica en las 'devoluciones' de segundas y terceras generaciones de migrantes, a los países de origen de sus antepasados. Incluso pese a haber nacido en el país.

No compartimos las posturas de Vox en inmigración. Existe una legislación de extranjería en nuestro país y lo que hay que hacer es aplicarla

De Meer, a lo largo de esta jornada, rebajó sus declaraciones y expresó que no quiere expulsar a esos ocho millones. "No sé cuántos, eso debe decidirlo el Gobierno". "Hay que expulsar a los que haga falta para que ni una sola familia española más tenga que llorar el no haberlo hecho", dijo en alusión a esa violación. Ante ello, el PP se desmarca de todo. En ello también ahondó Abascal. Previamente a Muñoz, en una entrevista en Onda Cero, el antecesor en el cargo parlamentario y ahora secretario general le allanó el camino.

"Las posiciones de Vox son más extremas que las que defiende el PP. Nosotros estamos a favor de la inmigración regular y ordenada, porque España lo necesita y tenemos que ser un país de acogida y apoyar su proyecto de vida. Necesitamos inmigración para ser un proyecto social y económico viable. Estamos en contra de la inmigración ilegal, del efecto llamada que se promueve. Tampoco estamos en esas políticas de fronteras abiertas", aseguró Tellado. "No compartimos las posturas de Vox en ese sentido: existe una legislación de extranjería en nuestro país y lo que hay que hacer es aplicarla con los mecanismos de regulación para las personas que llegan a España, llevan ya tiempo conviviendo y lo que quieren es vivir y trabajar en ese país", remató.

Sin coalición con Vox ni con el PSOE

Sobre la mesa estuvo un intento de matización por parte de Muñoz sobre el por qué ahora el PP entra en ese debate de las coaliciones y con Vox. "Sánchez dice que va a durar dos años más... o no. Nuestra obligación es estar preparados. Acabamos de hacer un congreso, renovar equipos y queremos ser muy claros con los españoles. Nuestra ambición es la de un Gobierno en solitario, no queremos que cada semana" pase lo mismo que entre el PSOE y Sumar, "queremos estabilidad y reformas para el país", dijo la portavoz.

El PP lanza este posicionamiento de veto a una coalición con Vox por la posibilidad de que haya elecciones anticipadas

Muñoz incidió en los enfrentamientos periódicos que se han dado y se dan en Consejo de Ministros. Por distintas políticas, también por compromisos como los del rearme. "No queremos que haya ministros llamándose unos a otros mentirosos, que digan lo contrario dentro [del Gobierno] de lo que el presidente dice o promete fuera", recalcó, con una acusación subyacente contra Sánchez. La pretensión de Génova son "acuerdos parlamentarios" con el resto de fuerzas. Frente a las suposiciones hechas por Vox, de que este veto se hace para conducirse hacia un acuerdo de gobierno con el PSOE, Muñoz acreditó que "ni lo habrá con ministros de Vox ni con ministros del PSOE". "Con este PSOE no se puede pactar nada", apreció en referencia del de Sánchez.

Ante los reproches de Vox, que además insisten en destacar que "el PP vuelve a cometer los errores del pasado" y que "venden la piel del oso antes de cazarlo", Muñoz rechazó valorarlas, respetó las opiniones de Vox y volvió a asegurar que adoptar ese compromiso ahora es una muestra de lealtad al electorado.

En su intervención Muñoz fue muy crítica con el "bloqueo" de iniciativas del PP en el Congreso de los Diputados por parte, dijo, de la Mesa que controla la presidenta de la Cámara, Francina Armengol. También con la reforma del reglamento del Parlamento para brindar la posibilidad de sanción o expulsión a los periodistas y pseudomedios con comportamientos inapropiados.

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