La 43ª edición del Festival de Otoño, que se celebrará entre el 6 y el 30 de noviembre, propone al público un recorrido por la escena hispanoamericana con 23 espectáculos y 18 producciones de 16 países. Bajo la dirección de la mexicana Marcela Díez, el festival se desarrollará en seis espacios de la capital –Teatros del Canal, Condeduque, Teatro de La Abadía, Réplika Teatro, Sala Cuarta Pared y Teatro Pradillo–, así como en San Lorenzo de El Escorial y Móstoles.

En la presentación, celebrada en los Teatros del Canal, el viceconsejero de Cultura, Turismo y Deporte, Luis Martín, subrayó el carácter transatlántico del certamen y su papel como puente cultural entre España y América Latina. "No solo nos une la lengua, sino también una tradición escénica viva y compartida", afirmó. La programación incluye propuestas teatrales, de danza, música y poesía procedentes de México, Chile, Colombia, Uruguay, Argentina y otros países de habla hispana, junto con una selección de espectáculos europeos y de lugares como Canadá y la República del Congo.

La nueva directora del festival, Marcela Díez, ha puesto el foco en las realidades diversas del mundo hispanoamericano, con más de la mitad de la programación dedicada a creadores de la región. "Aunque compartimos una lengua y una historia, también nos diferenciamos por nuestras estéticas, preocupaciones y contextos", explicó. Su propuesta refleja esa variedad a través de estrenos, colaboraciones internacionales y voces emergentes.

México, Colombia, Argentina...

Entre los montajes destacados figuran tres monólogos protagonizados por mujeres mexicanas: Cachorro de León, de Conchi León; El invencible verano de Liliana, con Cecilia Suárez; y Hasta encontrarte, de Vicky Araico. También desde México llegan Réquiem para un alcaraván, de Lukas Avendaño, y Edipo: Nadie es ateo, de David Gaitán. Colombia estará representada por Labio de liebre, de Teatro Petra, mientras que Argentina presentará Los días afuera, de Lola Arias, y El oficio de morir, de Marina Otero.

Uruguay llevará a escena la adaptación de Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez, dirigida por Leonel Schmidt, y Ofrenda para el monstruo, de Tamara Cubas, que incluye además un taller dirigido a jóvenes. Chile estará presente con Historia de Amor, de Teatrocinema. A ellos se suman propuestas europeas como La vida es sueño, de Calderón de la Barca, reinterpretada por la compañía ucraniana Lesya Ukrainka Theatre en una producción codirigida por Ignacio García y Oleg Zamyatin.

Objetivo, los jóvenes

Una tercera parte del programa se orienta al público joven. El espectáculo de clausura, DUB, del coreógrafo francés Amala Dianor, reunirá a bailarines de voguing, breaking y waacking. Odiseas, de la compañía La Mecánica, propone una experiencia inmersiva para adolescentes, donde los móviles se integran como herramienta escénica. También destacan las piezas de Christos Papadopoulos (My Fierce Ignorant Step) y Marco da Silva Ferreira (Fcking Future*), con una apuesta por la danza contemporánea y urbana.

La programación se completa con propuestas que combinan música y poesía, como De Púrpura y Melancolía, de Emilia y Pablo, y Andábamos maravillados, nuevo montaje lírico de Violeta Gil. Además, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), bajo la batuta de Alondra de la Parra, interpretará un programa con obras de Gershwin, Prokofiev y Silvestre Revueltas.

Con esta edición, el Festival de Otoño reafirma su vocación internacional y su apertura a nuevos lenguajes escénicos, con Madrid como epicentro de una programación diversa, contemporánea y transfronteriza.