La clave para que haya paz en Ucrania son las garantías de seguridad. Donald Trump ha asegurado ante el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que Estados Unidos se implicará en la seguridad de Ucrania, en caso de que haya un acuerdo de paz con Rusia, y los líderes europeos que han arropado a Zelenski en Washington han insistido ante Trump en que una paz duradera en Ucrania y en Europa se funda sobre esas garantías, similares a las que proporciona el artículo 5 de la OTAN. El presidente de Estados Unidos también ha insistido en que trabaja para que haya cuanto antes una reunión en la que participen ellos dos y Putin, a quien ha llamado al término de los encuentros con Zelenski y los líderes europeos. "La cuestión es cuándo será no si se celebrará", ha señalado Trump.

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Es la primera vez que asisten los principales representantes europeos a la Casa Blanca para hacer frente común por una causa. La causa ucraniana. "Estamos aquí como Equipo Europa", ha dicho el presidente de Finlandia, Alexander Stubb. Y es cierto. Han hecho piña y se han coordinado a la hora de exponer sus puntos de vista ante Trump. El Ministerio ruso de Exteriores ha difundido una nota en la que deja claro que rechazan el despliegue de tropas aliadas en Ucrania como parte de esas garantías.

Zelenski ha viajado a Washington arropado por los principales líderes europeos, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. El objetivo fundamental es concretar cuestiones tratadas en la cita de Alaska como las garantías de seguridad que recibiría Ucrania una vez que paren los combates. Esas garantías de seguridad deberían ser similares a estar en la OTAN y la presencia de tropas aliadas en Ucrania sería clave.

'Team Europe' con un mensaje único

En el grupo europeo están el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente francés, Emmanuel Macron, como los impulsores de la coalición de voluntarios; el canciller alemán, Friedrich Merz, quien organizó la conversación con Trump previa a la cita con Putin; el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, quien goza de gran cercanía personal con el estadounidense; y Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, a quien también respeta mucho Trump.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sido relegado por sus críticas a las inversiones en defensa y su mala relación con Trump. Polonia también ha salido de la primera fila por la falta de sintonía entre el presidente nacionalista Nawrocki y el primer ministro, Donald Tusk.

Merz ha abogado por presionar a Rusia para que haya un alto el fuego. "No me puedo imaginar celebrar una nueva reunión sin un alto el fuego". El finlandés Stubb ha aludido a la experiencia de su país, que tiene 1.300 kilómetros de frontera con Rusia. "Encontramos una solución en 1944, y estoy seguro de que la encontraremos ahora en 2025 y así terminará la guerra de agresión de Rusia".

El presidente Macron ha indicado que al hablar de las garantías de seguridad se está tratando sobre la seguridad del continente europeo. Ha pedido que los europeos estén presentes en la trilateral. El británico Starmer ha aludido a cómo los europeos pueden contribuir a las garantías de seguridad con tropas, y la italiana, Giorgia Meloni ha dicho que el punto de partida sería el artículo 5 de la OTAN, es decir, garantizar la defensa de Ucrania como si fuera un aliado más.

Zelenski y Trump, una segunda oportunidad

Donald Trump ha salido a recibir a Volodimir Zelenski, de traje negro, quien ha llegado este lunes con retraso de más de diez minutos a la Casa Blanca. El tono entre el presidente de EEUU y el líder ucraniano en sus primeras palabras en el Despacho Oval ha sido cordial, relajado, incluso con toques de humor. Nada que ver con la humillación sufrida por Zelenski en febrero pasado.

En la comparecencia ante los medios, Zelenski y Trump han dejado claro que no hay lugar para rencillas entre ellos. ¿Qué garantías de seguridad necesita Ucrania?, le han preguntado a Zelenski los periodistas en el Despacho Oval. "Todo tipo de garantías", ha replicado. "Les daremos muy buena protección", ha puntualizado Trump sin especificar más. El presidente de Estados Unidos asegura que Putin va a estar de acuerdo, aunque siempre que se acepte su propuesta de cesión de territorios a Rusia.

Zelenski ha explicado que "el Ejército de Ucrania ha de ser fuerte, con armas, entrenamiento, inteligencia", y que precisará del apoyo de EEUU y de los aliados europeos para que "si hay paz, sea una paz duradera". Es muy relevante la alusión al Ejército, ya que Putin pretende "desmilitarizar" Ucrania, es decir, reducir sus Fuerzas Armadas.

El presidente de Ucrania, que recibió una reprimenda de Brian Glenn, corresponsal en la Casa Blanca de Real America's Voice, en su última cita en la Casa Blanca por no llevar traje, iba austero pero impecable. Glenn ha elogiado el cambio de Zelenski y él le ha contestado con buenos reflejos. Incluso Trump ha dado su aprobación a su indumentaria. También han bromeado sobre la celebración de elecciones: Zelenski ha prometido que habrá convocatoria a las urnas en cuanto cesen los combates a lo que Trump ha replicado con sorna que le gusta esa idea de que no haya elecciones.

Zelenski ha tratado con mucho tacto a Trump, y ha agradecido la ayuda de Trump para acabar con la guerra. Los dos coinciden en que hay que convocar una reunión con Putin, pero el líder ruso hasta ahora se resiste. No quiere legitimar a Zelenski, a quien ve como un obstáculo para sus pretensiones.

Trump y Zelenski discrepan en esa confianza que traslada el americano sobr Putin: "Quiere acabar con la guerra", sostiene. Pero Zelenski ha preferido destacar todo lo que les une a Trump y a él. Había que evitar otra escenificación de una reprimenda. Habría hecho las delicias del líder del Kremlin.

"El ambiente es mejor de lo que esperábamos. Trump sigue asumiendo parte de la narrativa de Putin y no le identifica como el agresor. En general, hay avances. Zelenski ha sido firme pero respetuoso con Trump. Habrá garantías y los europeos están implicados. Vemos mucha preparación en los europeos y los americanos han mencionado el despliegue de tropas, aunque eso lo veo lejano. Algo se mueve", señala Oleksandr Kraiev, investigador de PRISM en Kiev.

Balance trágico en Ucrania

En la noche previa al encuentro en Washington Rusia ha reducido a escombros un edificio de cinco plantas en Járkov, según ha informado el gobernador Oleg Synegubov en Telegram. Siete civiles, incluidos dos niños, han muerto en este ataque. Once personas han resultado heridas por un misil balístico en esta ciudad fronteriza con Rusia. Járkov es rusófona así que esa tesis de Putin de su defensa del pueblo hermano se tambalea más aún en este caso.

En la región de Zaporiya, otras tres personas han perdido la vida en los bombardeos rusos. En Donetsk, las víctimas mortales han sido cuatro. En total, al menos 14 muertos por los ataques rusos. Siguen sonando las alertas en toda Ucrania.

Es la clara demostración de cómo Putin está muy lejos de querer parar la guerra. También ilustra por qué no quiere oír hablar de un alto el fuego. "Solo entiende el lenguaje de la fuerza", ha dicho el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, poco antes de verse con Trump. Putin prefiere abordar todas sus pretensiones de forma conjunta y mientras tanto seguir matando civiles.

Putin convenció a Trump en la cita de Alaska de que era mejor tratar de conseguir un acuerdo de paz global y dejar de lado la demanda de un alto el fuego. Ahora defiende esta posición también Trump. Es una estrategia para conseguir sus demandas maximalistas sobre lo que él llama "intercambio de territorios", que en realidad es la entrega del Dombás a Rusia a cambio de congelar el frente, la renuncia a Crimea y al ingreso en la OTAN.

Ahora Putin quiere incrementar la presión con bombardeos y avances sobre el terreno para debilitar a los ucranianos. Así tendrá más opciones de conseguir sus objetivos. Pero va a tener que responder a la demanda de Trump de una reunión con Zelenski. La pelota vuelve al Kremlin.

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