Este año Carmen Mola no ha publicado ninguna novela nueva. Los tres autores que hay tras el pseudónimo están en ello; en 2026 llegará un nuevo trabajo de este superventas. Este año los autores se han centrado en el lanzamiento de sus propias novelas.  Primero Agustín Martínez, luego Jorge Díaz y, finalmente, Antonio Mercero han presentado una novela este 2025. “Todos hemos querido alejarnos de Carmen Mola en nuestras novelas, pero he sido yo el que lo ha conseguido”, asegura. 

A diferencia de sus otros compañeros Mercero ha abandonado el thriller -la zona de confort de los Mola- y se ha zambullido en una saga familiar que atraviesa el siglo XX, desde el valle de Oria (Guipúzcoa) durante la Primera Guerra Mundial hasta el Madrid contemporáneo. “Quería alejarme de Carmen Mola”, asevera.

“Mis compañeros se burlan de mi título porque dicen que no es muy de Carmen Mola", añade. Su nuevo libro Está lloviendo. Te quiero (Planeta) es un homenaje a su padre: el director de cine Antonio Mercero (1936-2018). “Efectivamente está en las antípodas de Carmen Mola. Está lloviendo y te quiero.. pero a mí me gusta el título, es de un guion de mi padre inédito. Este título existía, era de mi padre y me lo ha dejado en herencia”, afirma el autor.

De hecho, la saga familiar que recorre la novela está inspirada en su familia, pero aclara que son personajes ficticios. La idea central nace de un objeto del pasado: un reloj de pared fabricado a principios del siglo XX por Ramón Mercero, su tatarabuelo, que fue relojero en Lasarte. El hallazgo de un reloj hecho por su abuelo en una aplicación de compraventa despertó en Mercero la idea de la novela. Aunque finalmente no lo adquirió, -”por rácano”, asegura- sí le permitió dar forma a la trama de la novela alrededor de este objeto que es testigo del paso del tiempo.

Antonio Mercero
Antonio Mercero | Javier Ocaña

“La novela no es una autoficción, ni una novela autobiográfica. No quiero ser el cronista de mi familia, me correrían a gorrazos en mi familia si yo tuviera esa pretensión. No hay nada de las tramas que sea histórico, que haya pasado de verdad". Si bien los personajes están basados en algunos de sus antepasados (un bisabuelo, un abuelo, un tatarabuelo y un padre), "lo que les pasa e incluso cómo son los personajes es ficticio".

Contexto histórico

El autor ha dejado claro que, si bien la trama es una invención, "lo que es real es ese contexto histórico" que sirve de telón de fondo a la saga. "Las familias del siglo XX, desde los años 30 hasta los años 80, al menos, están muy condicionadas por el contexto histórico".  

El punto de partida de la novela se sitúa a principios de siglo en la localidad de Lasarte, que conoció "un esplendor inesperado en la Primera Guerra Mundial porque fue el terreno elegido para construir un hipódromo de carreras internacionales". Este evento transformó a lo que era una aldea en "el lugar de reunión de reyes, de aristócratas españoles y extranjeros", afirma. 

La narración avanza para cubrir los períodos de mayor convulsión en España. Lasarte, que convivía con la barriada Oria, conocida como "la Rusia pequeña, porque era un nido de comunistas", experimenta de cerca "los años 30 de la República y, por supuesto, la Guerra Civil".

El escritor ha querido remarcar su interés por contar la Guerra Civil desde el "localismo de Lasarte, que es peculiar primero por su pequeñez", buscando que esta pequeña localidad "haga de caja de resonancia de el país entero".  

La saga de esta familia ficticia pasa por "la posguerra, la represión franquista", narrada en parte desde "el Madrid del comunismo clandestino, de las tertulias en los cineclubs y de las protestas estudiantiles".

Una película en el horizonte

A Mercero, un autor que es periodista de formación y lleva más de 25 años trabajando como guionista, en filmes de Gracia Querejeta como Quince años y un día, series de televisión como Hospital Central o Dos tumbas- no se le escapa la posibilidad de que su novela pueda ser llevada a la pantalla.  

“La época de 1916 ocurre en una pequeña aldea y el mundo rural siempre es más sencillo de recrear." de recrear. Respecto a la ambientación en Madrid, la reconstrucción del "Madrid en los años 70, pues tampoco es tan difícil, es quitar alguna antena parabólica y algún aparato de aire acondicionado, por lo demás se puede”, afirma.