Aunque el teórico de la comunicación Marshall McLuhan no acuñó su frase "el medio es el mensaje" con el sentido que hoy le damos (en realidad, el libro que escribió junto a Quentin Fiore se titula El medio es el masaje), podemos afirmar que dio en el clavo, aunque fuera por causalidad.

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Si un político o cargo público le da una entrevista a La Sexta, ya se sabe que el PP o un cargo público del PP no va a quedar muy bien. Como también podemos deducir que si Ábalos o Koldo hablan en exclusiva con OK Diario, no va a ser para ensalzar a Pedro Sánchez.

En ese sentido, sí, el medio es el mensaje.

Vi con atención la entrevista de Fernando González (Gonzo) a Salomé Pradas (ex consejera de Interior de la Generalitat valenciana) en el programa Salvados emitido el domingo. El formato, hay que decirlo, es impecable. Entre el entrevistador y el entrevistado no hay nada que estorbe o despiste; la sobriedad del decorado (una mesa, dos sillas, dos vasos de agua) ayuda a centrar la atención en lo que importa, una conversación dura sobre lo que ocurrió el 29 de octubre de 2024 en Valencia; y sus consecuencias: 229 muertos, miles de heridos y pérdidas incalculables.

La cámara se centra en lo importante. Los rostros a veces dicen más que las palabras.

Pradas no había dado ninguna entrevista hasta el domingo. Lo hace, ella está imputada por homicidio imprudente, no sólo cuando ha pasado más de un año desde la catástrofe que arrasó Valencia, sino, y esto creo que es importante, cuando ya Carlos Mazón ha dejado de ser presidente de la Generalitat. Es decir, cuando ha perdido el poder.

El testimonio de Pradas resulta creíble, pero la entrevista no buscaba conocer por qué sucedió lo que sucedió, por qué murió tanta gente, sino cuál fue el papel de Mazón en ese fatídico día.

Gonzo diseccionó las horas y las llamadas del 29 de octubre de 2024 con la precisión de un fiscal que se conoce el caso. Pero se dejó en el tintero cuestiones muy importantes. Por ejemplo, ¿por qué no se hicieron las obras en el Barranco del Poyo que hubieran paliado la riada? Esas obras, recordémoslo, fueron abortadas por la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que, en el día de la Dana y posteriores, estuvo desaparecida, mientras cerraba los flecos de su ascenso a la vicepresidencia de la Comisión Europea. Sobre eso, nada se habló.

Fue Pradas la que sacó a colación la frase del presidente Pedro Sánchez, "si necesita más recursos (refiriéndose a la Generalitat), que los pida", que pronunció en la rueda de prensa del 2 de noviembre, frase que se transcribió en la nota de prensa que difundió Moncloa ese mismo día. Pradas llamó "inhumano" al presidente del Gobierno por su falta de empatía, pero Gonzo no ahondó en ese aspecto, lo que hubiera estado justificado, porque la ex consejera de Interior de la Generalitat dijo también que el Gobierno sólo ayudó "con cuentagotas".

¿Qué hubiera hecho falta el 29, 30, el 31 de octubre,... para paliar los daños, incluso para rescatar los cadáveres, o dar cobijo a las personas que perdieron sus viviendas y que el Gobierno "dio con cuentagotas"? Esa pregunta no se hizo. Como tampoco hubo ninguna referencia a la total falta de solidaridad de los partidos que apoyan al Gobierno cuando el 30 de octubre, cuando ya se sabía que había muchas victimas, en lugar de suspender el pleno del Congreso, remataron la faena de hacerse con el control del Consejo de RTVE.

Mazón quedó a los pies de los caballos, pero el presidente y su gobierno quedaron exonerados de toda responsabilidad

Gonzo, que como evidenció en la entrevista conoce los detalles del caso, también le preguntó a Pradas por qué no se solicitó el nivel de emergencia nacional que hubiera obligado al Gobierno a intervenir. Ella no supo responder. Era una pregunta pertinente. Pero como Gonzo debe saber, ese nivel de alerta puede solicitarlo la Generalitat, en efecto, pero el Gobierno puede aplicarlo, o a petición del delegado o delegada del Gobierno -Pilar Bernabé, que estuvo en el CECOPI ese día, aunque según sabemos ahora, no de forma presencial-, o incluso a propuesta del ministro del Interior (¿es que acaso Grande Marlaska no creyó en la mañana del 30 de octubre que la catástrofe cumplía todos los requisitos para declarar una "emergencia nacional"?).

En varias ocasiones, Pradas relató que cuando Sánchez llegó al CECOPI no les preguntó a los técnicos ni a los cargos que formaban parte de ese comité de emergencias nada respecto a lo que sucedió el día de la Dana. No hubiera estado de más un simple: ¿Qué les dijo el presidente en esa reunión?

El entrevistador focalizó como causa inmediata de la dimisión de Mazón los gritos de "las víctimas" el día del funeral del pasado 29 de octubre, cuando se cumplía un año de la riada. Pradas puntualizó: "Fue la misma señora que a mí también me gritó". La ex consejera dijo entender su dolor, aunque no los insultos. Sólo unas pocas víctimas insultaron a Mazón, pero, para algunos, fueron todas las víctimas.

Hablando de insultos, Gonzo nada dijo del día 3 de noviembre de 2024, cuando un grupo de exaltados intentó agredir al presidente Sánchez, que tuvo que salir de Paiporta a toda prisa, protegido por sus guardaespaldas. Horas después de aquel suceso, Moncloa ya tenía una explicación: no habían sido las víctimas, sino un grupo de ultraderecha. Es como si las víctimas -todas las víctimas- hubieran dictado sentencia. Mazón, culpable; Sánchez, inocente.

Pero el objetivo de la entrevista, dejar a Mazón a los pies de los caballos, se logró plenamente. Pradas, aunque le desvinculó del retraso en el envío del mensaje de ES-Alert, narró con angustia su desesperación ese día porque en los momentos clave no pudo hablar con el presidente de la Generalitat. Él debería haber estado allí. Él debería haber cambiado su agenda, suspender su larguísima comida en El Ventorro y haberse trasladado a Utiel y Requena, donde ya a mediodía se habían producido graves inundaciones.

No sé si lo que dijo Pradas tendrá recorrido penal, pero hizo el peor retrato que se puede hacer de un líder político: no estar donde se le necesita cuando más se le necesita.

Ahí Gonzo logró su objetivo al 100%. ¡Felicidades! En La Sexta seguro que nadie le va a preguntar por qué Sánchez, Ribera, Marlaska o Bernabé fueron exonerados de toda responsabilidad en la catástrofe. Ellos sí han sido Salvados.

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