Carlos Sainz marcha imparable a por su cuarto Dakar. El piloto español, que arrancaba la octava etapa con una ventaja de 19 minutos después de que Loeb volara para recortarle un tercio del margen al liderato, ha endosado casi 6 minutos más al nueve veces campeón del mundo.

La pareja formada por Loeb y Lurquin (Prodrive) volvió a imponer un ritmo infernal durante gran parte de la etapa; sin embargo, un error en la navegación hundió buena parte de sus posibilidades en la clasificación general.

Carlos Sainz y Lucas Cruz marchaban a unos 3 minutos del Prodrive, que tras vencer en la jornada anterior, abría pista. En el kilómetro 390, Loeb y Lurquin tiraron por tierra toda la ventaja conseguida entre Al-Duwadimi y Hal.

El conflicto surgió con un punto de paso obligatorio (waypoint) que el máximo rival que Loeb y Lurquin no acertaron a encontrar. El piloto francés volvió sobre sus pasos y dio varias vueltas alrededor de la zona, por lo que echó al traste toda el tiempo que previamente había ampliado respecto a Sainz.

La pérdida de Loeb respecto a Sainz, que cruzó la meta en cuarto lugar, ha sido de 5 minutos y 47 segundos, por lo que la brecha entre el líder y el francés pasa a ser de 24 minutos y 47 segundos a falta de cuatro etapas para la conclusión del rally más duro del mundo.

El laberinto con el que se topó Loeb ha dejado una sangría de unos 10 minutos, ya que el francés ha pasado de recortar hasta los 15 minutos a Sainz a quedarse a 24 minutos y 47 segundos.

El día en Prodrive ha estado plagado de noticias negativas, ya que Nasser Al-Attiyah -ya descartado para la general- ha pasado más de una hora parado en el kilómetro 62 y tratará de llegar remolcado a la meta para reparar su bólido y luchar por triunfos de etapa.