Carlos Sainz tendrá que ir a por todas en las dos últimas etapas del Dakar. El piloto español, que encaraba la etapa 10 con 20 minutos y 33 segundos de renta, ha visto como gran parte de su ventaja se ha esfumado como consecuencia de dos pinchazos y se ha quedado en 13 minutos y 22 segundos.

Sebastien Loeb, que abría pista, ha vuelto a apretar para forzar a Sainz, que tras dos pinchazos ha tenido que esperar a un compañero para que le dejara sus ruedas.

Mattias Ekström ha sido el salvador de Sainz y Lucas Cruz en el kilómetro 248. El sueco ha sacrificado su etapa para asistir a los españoles, que después han esperado durante 10 minutos la ayuda que llegaba desde la retaguardia.

La pérdida de Sainz respecto a Loeb en la etapa 10, que finalmente ha sido de 7 minutos y 11 segundos, ha llegado a ser de hasta los 16 minutos en un tramo, lo que dejaba al español con un colchón casi inexistente, de 4 minutos.

Los 100 kilómetros finales han servido a Carlos Sainz y Lucas Cruz para brillar en el momento de más tensión en lo que va de Dakar. El Audi de los españoles ha aprovechado una breve parada de Loeb por otro pinchazo para recuperar buena parte de lo perdido, 9 minutos, que pueden ser cruciales para los dos días restantes.

El mordisco de Loeb a Sainz ha sido apuntaba a ser el más importante entre los competidores por el título del Dakar 2024 desde que se encuentran en lo más alto de la clasificación general; sin embargo, la remontada de Sainz en la parte final de la etapa ha servido para amortiguar la pérdida y salvar parte de un rally que durante 10 minutos parecía en el alambre.