Meses después del beso no consentido de Luis Rubiales después de que España se proclamase campeona del Mundial femenino de fútbol por primera vez en su historia, Jenni Hermoso rompió su silencio en televisión.

«En ese momento yo no tuve tiempo para reaccionar. No me merezco haber vivido todo esto. Ha sido muy difícil no poder salir de casa. Me he tenido que ir de Madrid para no tener esa presión. ¿Por qué tengo que estar llorando en una habitación cuando yo no he hecho nada?», comenzó diciendo la futbolista del Pachuca en el programa Código 10 de Telecinco.

«Mancharon mi imagen, yo sentí que a mí nadie me protegía. A mí me estaban pidiendo que yo les protegiera, que les ayudara, pero en ningún momento sentí que nadie me estaba protegiendo a mí», continuó Jenni Hermoso.

La reacción de Jenni Hermoso al beso de Rubiales

Sobre su reacción al beso de Luis Rubiales, comentó: «Estaba en shock. Un hecho histórico que nos ha costado la vida conseguirlo. En ningún momento me podía esperar que pasara eso. Por la adrenalina le abracé, era una persona de confianza y nadie se esperaría eso por muy espontáneo que fuera».

«¿Capacidad de reacción? No, ni me lo la esperaba. Como lo iba a esperar en ese escenario, en una final del Mundial… Hay mucha emoción y alegría, pero ni busqué ese momento ni sé nada para que se llevara a cabo ese acto. Me vi en ese momento y al bajar se lo comenté a mis compañeras. Estaba en el vestuario y me dijeron que necesitaba que saliese, que se estaba hablando mucho del beso. Yo les dije: 'Sé cómo ha sido y no ha estado bien'. Luego en el autobús se hizo un silencio mortal. Me enseñaron un escrito del que no dije ni una palabra. Me comentaron que se estaba liando. Me sentí coaccionada», reconoció Jenni Hermoso.

Por su parte, sobre las celebraciones posteriores, señaló: «Hice de tripas corazón y seguí disfrutando con mis compañeras. No quería arrepentirme de no haber disfrutado ese momento».

Jenni Hermoso insiste en que el beso no fue consentido

Preguntada sobre si el beso de Luis Rubiales fue consentido, manifestó: «No. No me sentí respetada ni como jugadora ni como persona».

«Rubiales intentó desviar un poco el tema y nos dijo que teníamos un viaje pagado a Ibiza todas las que quisiéramos. Él me cogía, me agarraba del hombro porque yo estaba a su lado. Ahí me empecé a sentir incómoda y vi que algo más grave estaba pasando. Que lo que había sucedido no era normal y no lo fue en ningún momento», prosiguió explicando cómo había sido coaccionada.

«Una compañera me dice que estuviera atenta porque Vilda está dando vueltas para hablar con mi familia. Mi hermano me dijo que le dejó caer que si le ayudaba me podía ir bien, era lo que tenía que hacer», concluyó Jenni Hermoso.