Existe una gran cantidad de información en la red sobre el cambio climático, pero eso no significa que se informe bien sobre el problema. La documentación se halla demasiado dispersa y el ciudadano carece de los conocimientos y filtros necesarios para interpretarla. Los medios, y en especial la televisión, conceden poca importancia al cambio climático y suelen presentarlo como un fenómeno lejano y catastrófico, problemático y sin solución. Así lo manifiesta el estudio ‘Comunicación para la sostenibilidad: el cambio climático en los medios’, publicado por la Fundación Alternativas, que ha analizado la cobertura mediática sobre este asunto durante las dos últimas cumbres del clima y el periodo entre ambas, once meses en total.

“Lamentablemente, la realidad es tan contundente que no hace falta exagerar ni hacer ningún ejercicio de sensacionalismo para alertar de la dimensión del problema”, expone Cristina Monje, doctora en Derecho y licenciada en Ciencias Políticas, que introduce el trabajo coordinado por Gemma Teso y firmado por cinco autores. “Basta con mostrar las evidencias que ya tenemos y traducirlas a lo cotidiano para que cada cual entienda lo que pueden suponer en su vida”.

Según este grupo de doctores y profesores de largo currículo universitario, al abordar el tema los medios obvian aspectos esenciales como el suministro y consumo de energía, que no aparecen como una actividad conectada al calentamiento global por una relación causa-efecto, como tampoco se conecta con los impactos sobre la salud o la seguridad de la población. El discurso se centra en los impactos físicos, y no en la dimensión humana del problema. No se informa de forma adecuada sobre el impacto o la contribución de las empresas, sobre el consenso científico ni sobre las políticas aplicadas por los distintos gobiernos, ya sean europeos, nacionales o locales. De hecho, durantes las cumbres mundiales -cuando la cantidad de noticias se multiplica- los medios suelen enmarcar el asunto en la esfera política internacional, lo que contribuye a que se perciba como algo lejano, cuando su naturaleza es transversal.

“Necesitamos desarrollar más y mejor conversación entre miradas y sensibilidades diferentes”, reclama Monge. En ese contexto, los medios de comunicación aparecen como aliados, como los “actores sociales y políticos de primer orden que son”, para crear un debate en el que los informadores “puedan convertirse en actores clave del cambio necesario”.

Falta de especialización

En el estudio, la prensa sale mejor parada que la televisión. Se subraya que en general los periodistas carecen de la formación necesaria y las redacciones, de secciones robustas y especializadas. En las cadenas españolas, las noticias sobre cambio climático tienen una duración escasa (un minuto y 37 segundos de media) que les impide ir más allá del relato primario de trama única, lo que les impide contextualizar los hechos y profundizar en las causas, consecuencias y posibles soluciones. El incremento de las temperaturas y los impactos sobre el medio ambiente (biodiversidad, deshielo de los polos) gozan de mayor protagonismo que las causas (contaminación, CO2 efecto invernadero…)

Proyecto de irrigación en Etiopía para ayudar a pequeños productores a adaptarse al cambio climático. FAO/IFAD/WFP/Petterik Wiggers

Proyecto de irrigación en Etiopía para ayudar a pequeños productores a adaptarse al cambio climático. FAO/IFAD/WFP/Petterik Wiggers

El informe incluye una serie de propuestas para mejorar la comunicación, como vincular el objetivo climático con la reducción de gases GEI y la descarbonización, o difundir conceptos como ‘huella de carbono’ y ‘huella ecológica’. También vincular el problema con los flujos migratorios y promover un enfoque ético, en cuanto a que naciones y ciudadanos con baja producción de emisiones son los que más sufren el impacto producido por otros responsables de emisiones altas.

Además, los autores abogan por dejar de contraponer el concepto de ‘desarrollo’ a la protección del medio ambiente. “La sostenibilidad es justo eso”, advierten en el texto; “y para ello, resulta necesario reflexionar sobre este concepto, hasta ahora fundamentado en parámetros económicos neoliberales, para introducir un concepto de ‘desarrollo’ centrado en el desarrollo humano y no sólo en el progreso económico”. “El papel de los medios se multiplicará si son capaces de ayudar al cambio dando esperanza”, augura Cristina Monge; “nos va la vida en ello”.