Telefónica mantiene su incesante carrera por generar liquidez a base de vender ladrillo. El pasado viernes 14 de octubre sacó a la venta dos nuevos edificios, en Barcelona y Granada, con los que planea ingresar en torno a 20 millones de euros.

Los inmuebles se ubican en la barcelonesa calle Gran de Gracia 139 y en la calle de Reyes Católicos 55, en Granada y, según ha podido saber El Independiente, tiene uso de Equipamientos y Terciario. Los activos se venden en un formato de sale and leaseback con obligados cumplimiento de siete años. Es decir, el gigante de las telecomunicaciones se quedará como inquilino durante este periodo.

En las últimas semanas se ha desprendido de tres edificios de uso residencial, en Madrid, Barcelona y Santander, además de otro de oficinas en Zaragoza, por los que ha ingresado en torno a 50 millones de euros.

En agosto, vendió un edificio en la Calle Alcántara de Madrid (sede de Telefónica I+D) por valor de unos 25 millones de euros, al tiempo que se desprendía de otro en la calle Irún, por 23 millones más. Otro de los lotes que Telefónica logró colocar en el mercado antes de verano, compuesto por activos industriales en Gerona, Granollers, Bilbao, Coruña y Leganés, entre otras localizaciones, le reportaron unos 10 millones de euros.

Así suelta lastre la operadora

Telefónica suele protagonizar dos procesos de venta de activos inmobiliarios cada año. La compañía, que tradicionalmente no otorga mandatos sino que gestiona su propia cartera, lanza una subasta en febrero y marzo, y otra hacia octubre.

Al cierre de diciembre, la compañía contaba con 30.549 millones de euros en inmovilizado material y propiedades de inversión, 2.600 millones menos que al cierre de 2015, cuando acumulaba 33.156 millones.