Poco a poco, la incertidumbre política va tomando el protagonismo que se le auguraba en la evolución de los mercados financieros. Y Francia vuelve a erigirse en epicentro del nerviosismo inversor.

Los últimos sondeos sobre las elecciones presidenciales han vuelto a agudizar las tensiones. El incremento de los apoyos hacia Marine Le Pen, la candidata del partido de extrema derecha Frente Nacional, ha vuelto a encender las alarmas. Y el mercado de bonos ha sido, una vez más, el mejor reflejo. El interés del bono francés a 10 años ha llegado a escalar por encima del 1,1%. De este modo, su prima de riesgo, el diferencial con el bono alemán al mismo plazo, ha superado los 80 puntos básicos por primera vez desde el verano de 2012.

También la bolsa gala padeció un cierto impacto por la incertidumbre política. El índice Cac 40 cerró la sesión con un leve recorte del 0,05%, frente a las alzas del 0,6% y el 0,28% que registraron, respectivamente, el Dax alemán y el Ibex 35. En el año, se mantiene plano, lo que contrasta con las ganancias del 3% del Dax y del 1,8% del Ibex.

Los inversores muestran así, una vez más, sus recelos sobre la posibilidad de que la líder populista alcance el poder. La líder populista contaría con un 27% de los apoyos en la primera vuelta electoral, por delante de sus principales oponentes, el conservador François Fillon y el candidato centrista Emmanuel Macron, que obtendrían alrededor del 20% de los votos cada uno, según un sondeo elaborado por Opinionlab.

Le Pen eleva su ventaja en la primera ronda electoral y minimiza la distancia con sus rivales en la segunda vuelta

Los temores quedan atenuados porque en esta encuesta, como en la mayor parte de las publicadas hasta la fecha, Le Pen resultaría derrotada en una segunda vuelta tanto ante Fillon como ante Macron. Sin embargo, las distancias para esta segunda ronda empiezan también a acortarse según los últimos sondeos. La líder del Frente Nacional obtendría un 42% de los apoyos frente a Macron y un 44% frente a Fillon.

El peso creciente que están tomando las cuestiones relativas a la seguridad durante la campaña juegan a favor de los intereses de Le Pen. En un país golpeado por una serie de atentados sangrientos en los últimos años, el discurso antiinmigración de la candidata de extrema derecha cuenta cada vez con mayores adeptos.

En cambio, sus principales oponentes han ido perdiendo fuerza a lo largo de las últimas semanas. Primero Fillon se vio salpicado por un escándalo de corrupción, ante la sospecha de que su mujer habría cobrado un sueldo de asesora sin haber desempeñado empleo alguno. Macron, por su parte, ha visto su imagen ajada por las críticas tras referirse a la colonización de Argelia como un crimen contra la humanidad.

Asimismo, los dos candidatos de izquierda Benoit Hamon y Jean-Luc Melenchon, que llegaron a plantearse una coalición, se han distanciado en los últimos días, lo que minimiza sus opciones de pasar a la segunda ronda electoral.

El euro, cuestionado

Para los mercados, la victoria de Le Pen es potencialmente peligrosa por distintos motivos. En primer lugar, la candidata populista ha prometido llevar a cabo un referéndum sobre la permanencia de Francia en la zona euro, lo que vuelve a abrir los miedos a una ruptura de la región. Sin embargo, son varias las firmas que consideran que aunque Le Pen se impusiera en la contienda electoral carecería del respaldo parlamentario necesario para llevar a cabo una consulta de este tipo.

Del mismo modo, el Frente Nacional ha propugnado una redenominación de la deuda francesa a una moneda diferente al euro, con la excepción de los bonos que se encuentran regidos por el derecho internacional, que representan el 20%. Las agencias de rating ya han advertido de que una medida de este tipo sería considerada un impago, al suponer un cambio sustancial de las condiciones bajo las que los inversores adquirieron esos títulos.

El Banco de Francia señalaba recientemente que la victoria de Le Pen supondría un incremento de los costes de la deuda gala de 30.000 millones al año.

Así pues, el creciente apoyo a la candidata del Frente Nacional representa un escenario poco alentador para los inversores que, a buen seguro, seguirá provocando repuntes de volatilidad en los mercados de deuda a medida que se aproxime la cita electoral.