Los accionistas de Aena van a notar en su bolsillo el año récord de la compañía. El gestor de aeropuertos disparó un 39,7% su beneficio neto el año pasado, hasta los 1.164 millones de euros. La buena marcha del grupo se traducirá en un incremento aún mayor del dividendo que percibirán sus socios.

Un resultado impulsado por el máximo histórico en número de pasajeros (230 millones en los aeropuertos de España, casi 245 millones sumando los viajeros de Londres-Luton), la buena marcha del negocio que generan los espacios comerciales y los extraordinarios generados por la victoria  judicial por las expropiaciones de terrenos para la ampliación de Barajas.

Aena dispara el beneficio… y también el dividendo. La compañía se comprometió en su folleto de salida a bolsa a repartir entre sus accionistas la mitad de las ganancias de la sociedad emisora. Y sigue cumpliéndolo.

Aena mantiene su política retributiva y disparará más de un 41% el dividendo. La compañía propondrá a la junta distribuir un dividendo de 3,83 euros por acción, frente a los 2,71 euros del pasado ejercicio.

La matriz del Grupo Aena obtuvo un beneficio de 1.148,1 millones de euros, algo menor que el gestor de la red de aeropuertos. Con ese resultado y su compromiso de mantener un pay out del 50%, la compañía repartirá algo más de 574 millones de euros en dividendos a sus socios.

El Estado se queda con el 51% del dividendo

El mayor de los accionistas sigue siendo el Estado, con un 51% del capital a través de la sociedad Enaire. Un paquete que le servirá al Estado para ingresar en dividendos 292,7 millones de euros a cuenta de los resultados del año pasado.

Un premio que llega justo después de que el Gobierno haya decidido, contra el criterio de la propia dirección de Aena, recortar las tasas aéreas durante los próximos cinco años en un 11%, a razón de una rebaja del 2,2% anual. La bajada de las tarifas le supondrá a Aena una caída de sus ingresos en el próximo lustro de unos 850 millones de euros.

El Ministerio de Fomento, a la postre principal accionista del grupo, ignoraba la petición de la cúpula de Aena de que durante cinco años se congelaran las tasas, respetando el nivel actual que ya absorbió una rebaja del 1,9% en 2016. El Gobierno se quedaba así a medio camino entre el recorte del 2,59% que reclamaba la asociación de compañías aéreas y la propuesta de rebajarlas un 2,02% anual de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

El Goiberno se inclinó por volver a rebajar las tarifas que cobra Aena a las aerolíneas por usar sus aeropuertos por el boom del tráfico de pasajeros actual, muy por encima de las previsiones que manejaba la propia compañía para defender la congelación. El Ejecutivo, además, subraya que la calidad de los servicos de Aena está garantizada por que el nuevo marco regulatorio para la compañía, conocido como DORA y aplicable hasta 2021, permite inversiones superiores a los 2.000 millones de euros en las instalaciones.