Vodafone se ha convertido en la primera operadora del mundo en contar con una red comercial de la banda estrecha de internet de las cosas (NB-IoT, según sus siglas en inglés) y para ello eligió España como primer país para ponerla en marcha.

En enero la compañía puso en marcha esta tecnología destinada a empresas en Madrid y Valencia, y ahora suma también Barcelona, Bilbao, Sevilla y Málaga. Y el objetivo es desplegarla durante el próximo año hasta 32 ciudades en el país.

Lo hizo utilizando la red que utiliza de la china Huawei –su socio en este campo- en España. Y el siguiente paso es empezar próximamente también la red de Ericsson en el país.

Esta fórmula tecnológica permite conectar dispositivos ubicados en zonas de mala cobertura, bajo tierra o en lugares de difícil acceso. Su uso es específicamente para empresas, especialmente útil en sectores como el de la distribución de agua, de electricidad, de gas o para la agricultura.

Vodafone tiene varios proyectos piloto que realiza para empresas (la única empresa cuya identidad se conoce es Aguas de Valencia) para desarrollar esta tecnología.

Antes del 31 de marzo, Vodafone España contará con más de 1.000 estaciones de red actualizadas con tecnología NB-IoT en el país. Cada estación base podrá conectar más de 100.000 dispositivos a la internet de las cosas. Según se resume desde la compañía, “es el primer paso hacia el 5G de verdad” (la quinta generación de internet móvil, aún en experimentación permitirá más velocidad de conexión, reducción de tiempos de respuesta y la multiplicación del número de dispositivos potencialmente conectados).

Vodafone, de la mano de Huawei, ha convertido España en laboratorio mundial de ese internet de las cosas para empresas. Y ahora se dispone a expandir esa experiencia a otros países. Este mismo año la NB-IoT llegará a Holanda e Irlanda, y más adelante le seguirán Reino Unido, Alemania e Italia.