A un fumador de cajetilla diaria, el vicio le cuesta un 11,3% de su salario (calculado sobre un sueldo medio y el precio medio del tabaco) en España. El coste casi se ha doblado respecto al inicio de la crisis en 2008, cuando el porcentaje sobre la renta disponible de fumar un paquete al día era del 6,5%.

Durante estos años, el precio medio por cajetilla se incrementó un 76%, de 2,52 a 4,44€, lo que provocó una caída de las ventas a la mitad. Durante estos años, mientras que la Administración ha aumentado su recaudación y los estancos se han mantenido, la industria ha perdido un 1,3%. Si se mira la evolución desde 2002, las cifras son más significativas: las arcas del Estado han ganado un 39%, los estancos un 25% más y la industria un 16% menos, según los datos del Comisionado del Mercado de Tabaco.

La industria del tabaco ganó en 2016 un 16% menos que en 2002 y el Estado recaudó un 39% más

En esta tesitura del mercado de tabaco, en que ocho de cada 10 céntimos del paquete se los lleva el Estado, ha hablado el vicepresidente de Japan Tobacco Iternational Iberia, Miguel Luengo, que ha pedido una modificación de la gestión recaudatoria. "No estamos diciendo que bajen los impuestos, sino que se reequilibren", y ha instado al Gobierno a aprovechar la elaboración de los presupuestos para cambiar la fórmula impositiva.

"Cuando el Gobierno ha hecho subidas bruscas de impuestos el mercado ha respondido con rechazo" y ha optado, ha explicado Luengo, por el contrabando o por "pasarse a tabacos como el de picadura, que solo incluye un 28,4% de los impuestos".

El consumidor, efectivamente, se ha ido pasando a los tabacos de picadura y a las cajetillas de tabaco más baratas (de menos de 4,39€). Mientras que estos tres segmentos sumaban en 2009 el 32,2% del total del tabaco, han pasado en 2016 a ser el 45,8%.

Sobre la investigación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a varias tabaqueras por posibles prácticas anticompetitivas por supuestos acuerdos de precios, el vicepresidente de JTI, Miguel Luengo, ha negado la posibilidad y haciendo referencia a las habituales guerras de precios en el mercado: "Si hay concertación, ¿por qué nos peleamos tanto?", ha sugerido.

El contrabando tiende a la baja, excepto el de hoja agrícola

Luengo también se ha referido, durante un encuentro con periodistas, a la situación del contrabando en España. El pico se produjo en 2014, con un 12,5% sobre el volumen del tabaco, pero la tendencia es a la baja, y a final de 2016 estaba en el 9,2%. "No obstante, en Europa las tasas son mucho más altas, en Francia alcanza el 40% y en Holanda o Noruega llega al 60%", ha explicado.

El que sí ha sufrido un repunte importante, ha advertido Luengo, es el contrabando de tabaco de hoja agrícola, que casi se ha multiplicado por 10 el último año, hasta las 877 toneladas. "Este tabaco no se queda necesariamente en España, suele irse a otros mercados de Europa donde resulta más rentable", ha indicado el vicepresidente de la compañía responsable de marcas como Winston y Camel.