Tres meses de negociaciones retomadas entre las partes implicadas en la antigua la Operación Chamartín -rebautizada Distrito Castellana Norte o Puerta Norte, según a quién se pregunte- empiezan a dar algunos frutos. El 9 de febrero Distrito Castellana Norte (DCN, sociedad controlada por el banco BBVA) y el Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena alcanzaron un acuerdo que reducía en un 20% las viviendas previstas en el plan inicial, 17.000 frente a 4.600 que propuso Ahora Madrid en mayo de 2016 (propuesta que rompió temporalmente las conversaciones). Y un mes justo después, el pasado jueves 9 de marzo, BBVA también llegó a un "principio de acuerdo" con Adif y la corporación municipal, según varias fuentes.

Este nuevo pacto a tres bandas tiene como telón de fondo el tamaño y el valor de los terrenos afectados dentro de la operación, 3 millones de metros cuadrados. El choque principal venía produciéndose a cuenta precisamente de las parcelas entre la entidad financiera y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, propietario del 63% de la superficie: un contrato entre Argentaria y la antigua Renfe suscrito en los años noventa por el cual DCN (o BBVA) pagaría a Adif hasta 1.200 millones de euros. La rebaja de la edificabilidad del 20% ha enfrentado recientemente al banco y a la compañía pública ferroviaria, ya que el primero cree que la reducción de viviendas implica también un recorte del precio de los terrenos.

Adif y BBVA acordaron discutir acerca del precio de los terrenos

De acuerdo con estas fuentes, las distintas partes presentes en las mesas de negociación del 9 de marzo acordaron discutir acerca del valor de los terrenos de Adif, algo que atañe al antiguo contrato con más de dos décadas de antigüedad. Se trata de un principio de acuerdo que no concreta aún números (metros cuadrados, precio de las parcelas) pero que supone un primer paso para desbloquear el último gran escollo. Y una cesión del ente estatal.

Proyecto de DCN, sociedad participada mayoritariamente por BBVA. DCN

BBVA rechaza desde hace dos semanas hacer cualquier declaración. El Administrador de Infraestructuras tampoco se manifiesta, aunque portavoces oficiales de Adif señalan que "la voluntad de la empresa es negociar, negociar y negociar".

Concesión del Ayuntamiento

Pero las conversaciones sobre los terrenos de la Operación Chamartín han alumbrado también una concesión municipal: "Una modificación del aprovechamiento y la edificabilidad", subrayan varias personas; esto es, la posibilidad de incluir en la operación los terrenos adyacentes al barrio de Las Tablas -en manos de Adif- que habían sido retirados en la enésima reconfiguración del proyecto que el concejal de Urbanismo presentó en mayo del año pasado y conocido como Puerta Norte. Los solares, que excluyen cualquier intervención sobre las vías del tren, estaban en una especie de limbo y ahora vuelven a las mesas.

El Ayuntamiento ofrece incluir en la operación una superficie que excluyó en mayo de 2016

"Otro de los puntos que acordamos", continúan los consultados, "es que no se plantearía un nuevo desarrollo del Plan Parcial sino que el Ayuntamiento de Madrid hará una modificación del Plan General de Ordenación Urbana". Mofidicar el PGOU permite empezar con un nuevo proyecto de cero, sujeto a más alteraciones, explican. También se abordó un capítulo ya resuelto en mesas anteriores, como es la división de la operación en tres ámbitos: norte de la M-30, sur de la M-30 y el entorno de la Estación de Chamartín. Finalmente los participantes cruzaron "reflexiones sobre el diseño del futuro centro de negocios", el Central Business Centre. Reflexiones que no han trascendido.

24 años negociando

El Consistorio, que posee el 10% de los terrenos, tampoco quiere hablar. "Un poco de paciencia", piden en Urbanismo. "Las negociaciones siguen su curso. Cuando haya proyecto, daremos debida cuenta de él", avanzan en el área. La Operación Chamartín lleva nada menos que 24 años negociándose. Desde que se lanzara el proyecto bajo la alcaldía de José María Álvarez del Manzano, ha sufrido reiterados varapalos judiciales y ha sobrevivido a todos ellos, siempre con el beneplácito de las administraciones del PP.

"Un poco de paciencia", reclaman desde la concejalía de Urbanismo

En enero de 2015 la operación pasó a llamarse Distrito Castellana Norte con el nuevo impulso de BBVA. Pero solo faltaban unos meses para que la izquierda se hiciera con el poder tras un cuarto de siglo de alcaldías populares y llevara la negociación al límite, recortando drásticamente los metros cuadrados edificables, el número de viviendas, etcétera. El impulso que el ministro Íñigo de la Serna dio a la operación a finales de año rescató el proyecto. Todas las partes consultadas se muestran moderadamente optimistas.