Europa ha dado sus primeros pasos en 2017 acosada por un fantasma: el temor al auge del populismo en las diferentes elecciones que enmarcan el escenario político a lo largo del año. Pero poco a poco, las preocupaciones van perdiendo fuerza.

El decepcionante resultado de la extrema derecha antieuropea en las recientes elecciones holandesas ha sido clave en la mejora del sentimiento del mercado. "Tal y como mostraron las elecciones generales holandesas, el impulso del populismo podría no ser tan fuerte como anticipaban las encuestas", comentan en Alphavalue.

Esta idea ha facilitado también una reevaluación por parte de los inversores de los temores en torno a la próxima gran cita electoral, que serán las elecciones presidenciales que celebra Francia, en dos rondas, los próximos 23 de abril y 7 de mayo. Las últimas encuestas refuerzan las opciones de que resulte vencedor el candidato centrista Emmanuel Macron, que también ha sido señalado como uno de los ganadores del debate que los distintos candidatos celebraron este lunes.

El mercado ha mostrado desde el inicio de 2017 su inquietud por la posibilidad de que Marine Le Pen, líder del Frente Nacional, un partido populista y favorable a la salida de Francia del euro, se hiciera con la presidencia del país.

Sin embargo, ahora, la última encuesta elaborada por Bank of America Merrill Lynch entre el 10 y el 16 de marzo muestra un retroceso en el porcentaje de gestores que consideran el riesgo de desintegración en Europa, derivado de las elecciones, como la principal amenaza que acecha a los mercados.

En este escenario, uno de los principales vencedores en los mercados financieros ha sido el euro. La divisa europea alcanzaba este martes los 1,08 dólares, unos niveles que no tocaba desde los días posteriores a las elecciones estadounidenses, el pasado noviembre. En dos semanas, la moneda europea ha repuntado más de un 2,3%.

Los últimos mensajes del BCE, que anticipan el inicio del fin de los estímulos, favorecen al euro

En el resurgir del euro también han influido los últimos acontecimientos en el terreno de la política monetaria. Los últimos mensajes del Banco Central Europeo (BCE) han sido entendidos como los primeros pasos de una retirada que, aunque muy gradual, supone el inicio del fin de años de políticas de estímulos monetarios extraordinarios.

En las últimas semanas han surgido algunas especulaciones sobre la posibilidad de una próxima subida de los tipos de interés en la eurozona y varios miembros de la institución han dejado entrever que la tasa de la facilidad de depósito podría llegar a elevarse. "Pensamos que hay limitaciones menores para una tasa de depósito menos pronunciada tan pronto como sea posible, tal vez incluso antes del fin de 2017", señala David Kohl, jefe de estrategia de divisas de Julius Baer.

En contraste, la última reunión de la Reserva Federal de EEUU (Fed), aunque se saldó con una nueva subida de los tipos de interés en la mayor economía del mundo -la segunda en tres meses- dejó entre los inversores la sensación de que la institución que preside Janet Yellen no tiene intenciones de acelerar el ciclo de normalización de los tipos, lo que ha restado fuerza al dólar. El índice US Dollar, que mide la evolución de la divisa estadounidense frente a las mayores monedas internacionales, se situaba este miércoles por debajo de los 100 puntos por primera vez en dos meses.

Esta coyuntura ha impedido a los mercados de bonos europeos beneficiarse de forma notoria del alivio de la tensión política, ya que los rendimientos muestran en las últimas semanas una tendencia al alza casi generalizada. No obstante, este miércoles la prima de riesgo francesa se redujo cuatro puntos básicos, hasta los 64 puntos.

Persisten los riesgos

En cualquier caso, los expertos advierten de que no se puede dar por derrotada la amenaza populista. Como resalta Markus Allenspach, responsable de renta fija de Julius Baer, a pesar del liderazgo de Macron en las encuestas francesas, han sido muchos los casos recientes en los que las encuestas han fallado de forma notable en sus estimaciones de votos a los movimientos populistas. "En otras palabras, la historia reciente ha demostrado que los encuestadores están aparentemente mal equipados para captar las intenciones de los votantes frustrados", explica.

Por otro lado, los inversores vuelven a ver en Italia un potencial foco de tensiones. Aunque no está previsto que el país celebre elecciones hasta 2018, los analistas no descartan unos comicios anticipados debido a la inestable situación política que vive el país. "En Italia, el riesgo de unas elecciones anticipadas ha retrocedido, aunque no se ha desvanecido completamente", explican en Berenberg.

Con este riesgo sobre la mesa, en Citi resaltan que las últimas encuestas muestran un apoyo creciente al Movimiento 5 Estrellas, un partido que también ha evidenciado planteamientos contrarios al euro. Como resaltan en el banco estadounidense, "dada la combinación de leyes electorales impopulares y las intenciones de votos actuales la siguiente elección (cuando se celebre) acabe en un parlamento dividido". Sin embargo, advierten, los inversores deberían tener claro que el Movimiento 5 Estrellas es el que tiene más fácil alcanzar el nivel del 40% que le otorgaría una prima para disfrutar de mayoría en el parlamento y que la única alianza de gobierno posible (aunque poco probable) que podría tener mayoría parlamentaria es la que uniría al partido liderado por Beppe Grillo con la Liga Norte y Fratelli D'Italia.