Telefónica y Vodafone anunciaron la pasada semana un acuerdo histórico. Un pacto que sirve para que Telefónica abra su red de fibra óptica en España para que también la utilice Vodafone durante los próximos cinco años. Un acuerdo que le sirve a una para rentabilizar las enormes inversiones realizadas (y por realizar) para desplegar la red y a otra para llegar a más clientes potenciales sin necesidad de seguir destinando fondos a un ritmo inusitado para tirar su propio cable.

El acuerdo entre ambos rivales no es exclusivo. No puede serlo. Si Telefónica o Vodafone impusieran que el pacto no fuera extensible a otras operadoras se encontrarían con el veto de Competencia. Telefónica está obligada a alquilar su red en los municipios en que hay menos de tres rivales, pero no tiene por qué hacerlo en las 66 mayores ciudades del país.

Pero el grupo presidido por José María Álvarez Pallete debe estar dispuesto a negociar con otros rivales, como ha hecho con Vodafone, a compartir su red, que hoy llega a unos 17 millones de hogares (y que pretende extender hasta los 25 millones en 2020). En cualquier caso, Orange se queda fuera del acuerdo y no hay previsión de sellar un contrato similar. De momento.

El presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gílperez, ha confirmado que hoy por hoy ni tiene un acuerdo con Orange en este sentido ni mantiene negociaciones para alcanzarlo, informa Efe. “Tiene más sentido que dediquemos nuestras inversiones a la creación de servicios digitales que destinarlos únicamente a la construcción de redes que posiblemente se pueden compartir”, ha dicho Gilpérez en una jornada organizada por la APIE. “Pero no tenemos acuerdo con Orange y en este momento no estamos negociando con Orange ningún acuerdo”.

Orange, en cualquier caso, se pone digna y subraya que mantiene sus planes de seguir desplegando su propia red de fibra para llegar a los 14 millones de hogares en dos años (desde los 10 millones con que cuenta actualmente). El director de Estrategia de Orange España, Jesús Villacorta, ha rehusado valorar el acuerdo Telefónica-Vodafone al no conocer las condiciones comerciales y ha hecho lo propio con la posibilidad de alcanzar un pacto similar en el futuro.

Vodafone consigue con el acuerdo firmado con Telefónica llegar a más clientes sin necesidad de seguir desplegando fibra, con lo que libera fondos que puede destinarse para invertir en mejorar su oferta comercial y sus contenidos. El director de Estrategia de Vodafone España, David Sola, admite que la compañía debe ahora valorar su plan de inversiones en fibra, porque el acuerdo “cambia las prioridades de dónde y cuándo”. Actualmente la filial del grupo británico dispone de una red de fibra que alcanza los 9,6 millones de hogares en España.