En el mundo del fútbol la imagen es importante, cada día más, hasta casi eclipsar en ocasiones el propio fútbol. Eso tiene un retorno económico jugoso para los jugadores, que, en casos como los grandes héroes Leo Messi o Cristiano Ronaldo, llega a suponer una buena parte de sus ingresos multimillonarios. Los derechos de imagen que cobran las grandes estrellas son, por ello, el botín que muchos de ellos tratan de ocultar al fisco y en el que Hacienda ha puesto de unos años a esta parte uno de los principales focos de la inspección.

Así pues, aunque hay muchas tipologías de fraude dentro del deporte en general y del fútbol en particular, el relacionado con estos derechos de imagen se revela como el más reiterado en los últimos años y el asociado a nombres como Messi, Di María, Mascherano, Falcao, Carvalho o Coentrao. Ahora también con Cristiano Ronaldo.

¿Qué son los derechos de imagen?

Se trata fundamental del derecho que tiene el futbolista de explotar los beneficios comerciales de su imagen. Habitualmente incluyen en sus contratos el cobro de una parte de los derechos de imagen que explotan los clubes como parte de sus retribuciones. Por ello, reciben una parte de las ventas de camisetas o de los anuncios que protagonizan.

¿Cómo tributan?

Desde 1996, la Ley establece que los futbolistas pueden tributar el 15% de sus rentas a través del Impuesto de Sociedades, mientras que el 85% restante lo deben declarar a través del IRPF. La diferencia es importante en uno y otro caso. De acuerdo con los tipos actuales, la parte de las rentas que tributa como rendimientos del trabajo está sujeta a un marginal del 45%, mientras que en Sociedades el tipo ha quedado fijado en el 25%.

¿Cómo maniobran los futbolistas?

Para ello, lo que muchos futbolistas hacen es crear empresas en el exterior a las que ceden sus derechos de imagen para poder de esta manera tributar ese 15% a través del Impuesto de Sociedades. Pero es aquí donde se produce una primera forma de fraude, puesto que en ocasiones los futbolistas incluyen entre estos rendimientos conceptos como la casa o el coche, de forma que tratan de rebajar su factura con Hacienda por esta vía.

¿Ese es el fraude más extendido?

Sin embargo, este no está siendo el principal quebradero de cabeza de los inspectores. Los futbolistas pueden ir más allá, como ha ocurrido en los casos de Leo Messi y, si se confirman las sospechas de la fiscalía, de Cristiano Ronaldo. La cosa se complica cuando la empresa a la que se ceden los derechos de imagen en el exterior suscribe contratos de explotación de los mismos con empresas ubicadas en un paraíso fiscal o en países donde la tributación es menor.

De esta forma la sociedad creada por el futbolista se convierte en una mera sociedad pantalla, sin actividad real, tras la que se pierde la pista de sus ingresos y, por tanto, del dinero a declarar.  Es en ese momento en el que se produce el fraude multimillonario del fútbol.

¿Qué casos han seguido esta práctica?

Muchos han sido los casos, pero sus cuantías del fraude rara vez es inferior al millón de euros. De ahí la persistencia de Hacienda en la detección de estas estructuras empresariales artificiales.

Los dos más sonados han sido los de los jugadores del Real Madrid y el F.C.Barcelona, Cristiano Ronaldo y Leo Messi. En el caso del primero, la fiscalía ha presentado una denuncia por delitos cometidos entre los años 2011 y 2014, que suponen un fraude de 14,7 euros a través de un entramado societario que pasaba por las Islas Vírgenes.

En el caso de Leo Messi, los tribunales han demostrado que dejó de tributar en 4,1 millones de euros entre 2007 y 2009 por derechos de imagen no declarados, tras haber sido cedidos a sociedades radicadas en Belice, Reino Unido y Suiza.

Pero no son los únicos, el defensa del F.C.Barcelona Javier Mascherano reconoció haber defraudado 1,5 millones de euros en concepto de derechos de imagen no declarados en los años 2011 y 2012. En su caso, los enclaves elegidos fueron Miami y Madeira. Y como él, Di María, Coentrao o Falcao.