La rocambolesca historia del Edificio España se cerró hace dos semanas con un último giro inesperado. Como se esperaba, la china Wanda vendió el edificio, buque insignia de la Plaza de España de Madrid, al grupo Baraka del empresario murciano Trinitario Casanova. Pero en el mismo despacho de notario en que se rubricaba la esperada compraventa se cerró, inmediatamente después, otra operación. Y es que Casanova acabó vendiendo el inmueble al grupo hotelero Riu minutos después de comprarlo.

Una operación a tres bandas que cerraba un culebrón que había durado meses y en los que los tira y afloja entre Wanda y Baraka a punto estuvo de dar al traste con la compraventa. Riu se queda con el edificio por 272 millones de euros y en él instalará un hotel de cuatro estrellas que ocupará 24 de las 27 plantas del inmueble, tendrá unas 650 habitaciones. Es la gran apuesta de Riu -un grupo netamente volcado en los hoteles vacacionales- para impulsar su negocio urbano.

El modelo de negocio de la familia Riu pasa en mucho de sus hoteles por ser los propietarios de los inmuebles y, en algunos casos, incluso también los promotores constructores de los establecimientos o de los complejos turísticos que los rodean. Aún así, los dueños de la compañía mallorquina son conscientes de que la operación que les hace entrar en Madrid a lo grande tiene un calado especial.

“Comprar el Edificio España no sé si ha sido acto de confianza o de locura”, ha bromeado Carmen Riu, consejera delegada de la cadena hotelera, en declaraciones a Efe. Y es que, además de los 272 millones destinados a hacerse con la propiedad del inmueble, el grupo pretende destinar entre 110 y 130 millones más a las labores de reforma. Riu se da entre cuatro o cinco años siquiera “para comenzar a saber” si la operación es finalmente una locura o una genialidad.

Riu augura que el proyecto “comenzará a tomar forma” a finales de año y más adelante, con el proyecto cerrado, podrán comenzar las reformas. Las tres plantas del total de 27 que no estarán ocupadas por el hotel quedarán bajo la gestión del grupo Baraka, que las destinará a explotar espacio comerciales en unos 15.000 metros cuadrados.