El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que desde 2012 no ha dejado de defender la Declaración Tributaria Especial (DTE) y que en todo momento ha evitado hablar de ella como una amnistía fiscal, ha hecho un quiebro ante la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados, donde la oposición ha pedido su cabeza, y ha propuesto prohibir en los sucesivo nuevas “regularizaciones extraordinarias”.

Montoro ha dado el paso después de asegurar que para el Gobierno de Mariano Rajoy no fue plato de buen gusto aprobar este procedimiento y empujado por la tromba de críticas vertidas sobre su gestión después de que el Tribunal Constitucional (TC) haya declarado nula la amnistía fiscal.

Sin embargo, la maniobra retrotrae a los inicios de los años 90 cuando otro Gobierno, el del PSOE, y otro ministro, el de Economía Carlos Solchaga, puso para luego quitar y aprobó para luego prohibir.

Bajo el mando del ex presidente del Gobierno, Felipe González, el Ejecutivo socialista desplegó en 1991 una amnistía fiscal que consistía en ofrecer a los evasores la compra de deuda pública especial –pagarés del Tesoro Público opacos-, con un tipo de interés inferior al del mercado que no había que declarar, para conseguir aflorar rentas ocultas.

Entonces, como ahora, se habló de fracaso y Solchaga tomó la decisión de vetar en adelante todo proceso de regularización similar.

Ya lo dijeron los Presupuestos de 1992

Los Presupuestos Generales del Estado para 1992 incluían una disposición que así lo determinaba: “A partir del 1 de enero de 1992 no se dictará disposición alguna, de cualquier rango, que implique para quien hubiere incumplido sus obligaciones tributarias, amnistía fiscal ni se establecerán otras regularizaciones análogas a las contenidas en la Disposición Adicional Decimotercera y en el punto uno de la Disposición Adicional Decimocuarta de la Ley 18/1991, de 6 de junio, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas”.

A raíz de la amnistía de Montoro, el ex ministro socialista se posicionó en contra y reiteró que no debería haber más amnistías fiscales tras la última adoptada por el PSOE. En román paladino, el ministro socialista aprobó una regularización extraordinaria, la denostó y, finalmente, la prohibió. Montoro se ha vestido de Solchaga.