El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha propuesto en el Congreso de los Diputados una reforma de la Ley General Tributaria para prohibir que en adelante se pongan en marcha nuevas amnistías fiscales.

"Creo que hay un consenso muy amplio en contra de que haya nuevas regularizaciones extraordinarias como las que ha habido en España en las últimas décadas. Por eso les propongo modificar la Ley General Tributaria para que incluso lleguemos a prohibir expresamente nuevas regularizaciones", ha dicho.

Así lo ha indicado durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados para dar cuenta de la decisión del Tribunal Constitucional, que ha declarado nula la de amnistía puesta en marcha por el Gobierno en 2012. Un hito por el que la oposición le ha pedido la dimisión.

No obstante, el ministro de Hacienda había tratado de devolver los ataques a la oposición horas antes, al asegurar que hay más exdirigentes del PSOE acogidos a la amnistía fiscal que del PP.

Montoro tampoco estaba de acuerdo

Montoro ha admitido que incluso para el Gobierno resultó incómodo tomar aquella decisión, pero ha defendido que era necesaria. "En aquel momento no me gustó nada poner en marcha la Declaración Tributaria Especial (DTE), pero había que hacerlo", ha dicho, para añadir que "las mejores medidas son las más eficaces, no las más populares".

El ministro de Hacienda ha argumentado que dicha medida, y otras como las subidas tributarias aplicadas a finales de 2011, evitaron el rescate de España, algo que habría mermado su soberanía popular y se habría traducido en duros recortes para aquellas rentas especialmente dependientes de los fondos públicos, como los pensionistas, los parados y los funcionarios.

El anzuelo y el cebo

Además, Montoro ha vuelto a defender que la amnistía fiscal sirvió para aflorar 40.000 millones en rentas y patrimonio que "llevan cinco años tributando" y que antes declaraban "cero euros", con la contrapartida de un tipo de gravamen especialmente bajo, del 10%. Asimismo, ha recordado que el proceso de regularización "no ha borrado ningún delito". "De cero al infinito", ha dicho.

"El Gobierno ha echado el anzuelo, hubo que poner un cebo; si no, los pececillos se habrían ido a otro sitio o se hubieran quedado donde estaban, en el fondo del mar", ha resumido Montoro.

Finalmente, sobre una eventual reprobación del Congreso de los Diputados, Montoro ha dicho que "es legítima, pero no es práctica". "Lo que es práctico es aprobar el techo de gasto de 2018; ojalá no ocurriera (la reprobación) pero voy a seguir trabajando en eso", ha concluido.