Telefónica continúa buscando opciones para alcanzar su gran objetivo: conseguir reducir la deuda del grupo, que al cierre del primer trimestre rondaba los 48.800 millones de euros. La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete ya ha vendido un 40% de su empresa de infraestructuras Telxius y no oculta que trabaja en una eventual salida a bolsa de su filial británica O2.

Ahora Telefónica amplía el espectro de posibles medidas y también estaría barajando sacar a bolsa su filial en Argentina, según ha desvelado la agencia Bloomberg. La colocación en bolsa de una participación de Telefónica Argentina sería sólo una de las opciones que estudia el grupo, que también se plantearía sellar una alianza con otros operadores latinoamericanos.

De momento, no hay una decisión definitiva para poner en valor su negocio argentino, el segundo mayor mercado de la compañía en Latinoamérica con un 5,9% de las ventas totales y sólo por detrás de Brasil. El grupo ya redujo su presencia en el mercado argentino el año pasado, con la venta en noviembre del canal de televisión Telefe a Viacom por unos 320 millones de euros.

Telefónica busca con estos movimientos aprovechar el interés que Argentina ha suscitado en los inversores internacionales con el Gobierno de Mauricio Macri, a finales de 2015. Un Gobierno, no obstante, que prepara una reforma del sector de telecomunicaciones nacional que perjudicará a Telefónica y tendrá como principal beneficiado al grupo Clarín.

Recortar la deuda

Telefónica cerró marzo con una deuda financiera de 48.766 millones de euros, 171 millones de euros más que en diciembre de 2016, el menor incremento de deuda en un primer trimestre de los últimos tres años a pesar de la estacionalidad propia del periodo.

Esta cifra, no obstante, no incluye el impacto que tendrá la venta de un 40% de Telxius a KKR por 1.275 millones. La venta parcial de su filial de infraestructuras, que se realizará en dos fases y no se completará hasta finales de año, supondrá un alivio para el grupo y un impulso para su política de desapalancamiento.

En paralelo, el presidente de Telefónica ha reconocido que trabaja en estar preparada para cuando exista una oportunidad para colocar en bolsa la británica O2, después de que el año pasado la Comisión Europea vetara su venta al grupo Hutchinson. Un movimiento que permitiría a Telefónica reducir su endeudamiento por la vía rápida y a lo grande. Y con ello, reforzar su balance y salvar el rating de su deuda, después de haber tenido que aplicar un recorte de dividendo a sus accionistas.

Entre otras opciones que valora Telefónica para reorganizar sus negocios internacionales también figura la búsqueda de alternativas para su filial en México, que podría buscar fusiones con otros operadores o también una venta total o parcial.