Tras las imágenes de mossos d'esquadra encarándose con guardias civiles y policías nacionales el pasado domingo, cuando cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado trataban de impedir la celebración de referéndum por la independencia en Cataluña, hay algo más que el relato de una confrontación en pleno caos político. Hay, en palabras de efectivos de la Policía Nacional y de la Benemérita que han hablado con El Independiente, un "agravio comparativo".

Porque el malestar entre unos y otros es patente por la supuesta dejación de funciones de los Mossos durante el 1-O, que no cumplieron en muchos casos su deber de retirar urnas. Porque miles de policías nacionales y guardias civiles se han desplazado a Cataluña a apagar un fuego para el que, según se dice en ambos cuerpos, no han tenido colaboración por parte de la policía autonómica. Pero, sobre todo, porque entre las nóminas de unos y otros hay una diferencia de al menos 600 euros de media al mes, en favor de los agentes de Cataluña.

No se trata de una reivindicación nueva, viene de años atrás. Los cuerpos nacionales no han tenido nunca nada en contra de los Mossos en lo que a condiciones laborales se refiere, ni ahora tampoco. Las críticas se han vertido siempre contra el Gobierno de turno por no atender sus demandas. Sin embargo, el malestar se ha afilado después de que, a grandes trazos, policías nacionales y guardias civiles hayan tenido que patrullar las calles catalanas por menos dinero que la policía autonómica, ante su pasividad.

El malestar ha crecido después de que hayan patrullado las calles catalanas por menos dinero

Una organización esta catalizando el descontento. Se llama Jusapol y nació el pasado mes de julio sin ningún vínculo sindical ni político, con el único objetivo de equiparar las retribuciones de policías nacionales y guardias civiles y los de las policías autonómicas --Ertzaintza, policía foral de Navarra y Mossos D'esquadra--. Cuando logren su objetivo, desaparecerán.

Desde entonces, han sumado unos 80.000 miembros entre policías nacionales y guardias civiles, de los 140.000 efectivos que aproximadamente aglutinan ambos cuerpos en toda España. Pero el apoyo no acaba ahí. La organización tiene el respaldo de la mayoría de las asociaciones de guardias civiles y de sindicatos policiales como el Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE) y el sindicato reformista de Policía (ARP).

Los cálculos que maneja la organización indican que, entre las bajadas de sueldo y congelaciones salariales durante la crisis --con algunas subidas puntuales por jornadas extraordinarias o turnos rotatorios-- y la subida acumulada del IPC en estos años, ambos cuerpos arrastran una pérdida de poder adquisitivo de aproximadamente el 36%.

Pero la principal queja es que, pese a tener competencias en todo el Estado, cobran menos que las policías autonómicas y las mayoría de los policías locales. Con estos últimos no tienen queja, puesto que su salario básicamente depende de los propios municipios. Sin embargo, desde Jusapol explican que alrededor de un 80% de los salarios de por ejemplo los Mossos parte del Presupuesto nacional. "Es un agravio que no hay quien entienda", aseguran desde SIPE.

En Jusapol se aclara que el objetivo no es que se baje el sueldo a los Mossos: "No consideramos que las policías autonómicas están sobrevaloradas económicamente, consideramos que su salario es digno y el que tiene que tener un policía por sus funciones y riesgo laboral, ya que estamos expuestos a un riesgo de peligrosidad extremo".

Ni una Policía ni una Guardia Civil 'low cost'

Las cifras trasladadas por Jusapol hablan por sí mismas. El salario bruto anual de un Mosso en su nivel más bajo es de 34.021,5 euros al año, mientras que para la Policía Nacional es de 24.622,2 euros y para la Guardia Civil, de 24.515,9 euros. La gran diferencia no se concentra en el salario base o en los complementos de destino, sino en los complementos específicos.

El resultado es que de entrada, la diferencia de salarios entre un policía nacional y un Mosso, por ejemplo, es de 635,8 euros mensuales, un 27,6%. Esta proporción se mantiene en la escala intermedia, pero la brecha en euros se eleva a 769,7 euros, y en el caso de los inspectores, este agujero llega a superar los 1.000 euros al mes.

La diferencia de salarios entre un policía nacional y un Mosso es de 635,8 euros mensuales

Pero las diferencias no acaban ahí, las pagas extraordinarias de los cuerpos nacionales no son una segunda nómina, sino un mero complemento; sus horas extraordinarias no se contemplan como tal, sino que se en todo caso se acumulan para cobrarse después como un turno libre o, en el caso de la Guardia Civil, se cobran como una hora más (12 euros), pero hasta un tope de 40 horas mensuales.

Otra de las gotas que han colmado el vaso ha sido la subida salarial aplicada a los Mossos el pasado mes de septiembre, con el referéndum del 1-O en el punto de mira, de unos 300 euros, según estiman diferentes estancias. Esta subida responde a una senda de incrementos acordada en 2008 que se vio interrumpida en plena crisis por falta de presupuesto. Desde Jusapol ven, en cambio, un oportuno gesto de las autoridades catalanas para con los Mossos.

La equiparación costaría 1.000 millones

La equiparación salarial costaría unos 1.000 millones de euros al año, a sumar a los alrededor de 4.300 millones que recoge el Presupuesto de personal de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, según los cálculos aproximados.

Se trata de una cantidad abultada a sumar a las que el Gobierno también se está dejando en la gestión de la crisis en Cataluña. Sin embargo, asociaciones de Guardia Civil y de la Policía Nacional la consideran asumible.

¿Y qué dice el Gobierno? Poco, muy poco. El pasado 15 de septiembre se celebró en Palencia una reunión a la que estaban convocadas todas las autoridades y agentes sociales implicados en la equiparación salarial entre cuerpos.  Allí estuvieron presentes todas las asociaciones de guardias civiles y los sindicatos Agrupación Reformista de la Policía (ARP) o SIPE. No así los sindicatos más representantes de la policía, como el Sindicato Unido de Policía (SUP) o la Confederación Española de Policía (CEP).

También acudieron a la cita representantes de Ciudadanos, IU, Podemos, Vox y UPyD. El PSOE no acudió, aunque se disculpó por su ausencia, y el PP no respondió siquiera a la invitación.

No obstante, Ciudadanos ha establecido como una de las condiciones para aprobar los Presupuestos de 2018 la equiparación de salarios en todos los cuerpos de seguridad. Sin embargo, en las actuales circunstancias, se aleja la posibilidad de que el PNV apoye las cuentas y que puedan aprobarse, al menos, en lo que queda de años.

Policía y Guardia Civil se manifestarán el próximo 6 de octubre en Madrid

A raíz de esta cita en Palencia, la mayoría de los asistentes acordaron tramitar una iniciativa legislativa, que en estos momentos está pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados, antes de la correspondiente recogida de 500.000 firmas necesarias para su debate en sede parlamentaria. Además, se decidió plantear una cuestión prejudicial para que el Tribunal de Justicia interprete si hay o no discriminación salarial.

Una marcha por Madrid en plena crisis en Cataluña

Otro de los acuerdos alcanzados fue el establecimiento de un calendario de movilizaciones, en tanto que ni Policía Nacional ni Guardia Civil tienen derecho a la convocatoria de huelga. Por ello, Jusapol sacó a miles de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado a la calle, frente a las delegaciones del Gobierno españolas, el pasado 28 de septiembre, y prevé llevar a cabo una manifestación el próximo 6 de octubre que partirá de la Delegación del Gobierno en Madrid (C/Miguel Ángel, 25) a las 11.30 horas, en plena crisis política en Cataluña.

Desde la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil (Apcabos) aseguran que el ambiente entre los agentes movilizados para demandar mejores salarios es de "ilusión", e incluso lo comparan con el que se respiraba entre la población con el del 15-M.

Sin embargo, la situación en Cataluña se volverá a mezclar con el enfado de los cuerpos estatales. Según señalan desde Jusapol, la necesidad de desplazar efectivos a Cataluña previsiblemente impedirá asistir a muchos a la marcha.