La sequía y la falta de viento suficiente llevan meses provocando subidas del precio de la electricidad. La menor producción de las centrales hidroeléctricas (con una caída casi del 50% en lo que va de año) y de la eólica está obligando a las eléctricas a sustituirlas de manera intensiva con sus plantas de gas natural y de carbón (con incrementos del 40%), cuya generación es más cara.

Y en este escenario ya complicado, la menor producción de las centrales nucleares españolas –que también ayudan a contener el precio del mercado eléctrico- amenaza con generar un problema añadido. La central nuclear de Cofrentes (Valencia), gestionada por Iberdrola, estará casi tres meses parada tras detectar un fallo técnico en sus sistemas.

Cofrentes inició el pasado 23 de septiembre una parada programada para hacer una recarga de combustible. En principio, el parón debía durar sólo 35 días, según las estimaciones de la propia compañía, pero los plazos se han dilatado, y mucho.

Cuando los técnicos trataron de encender la central tras terminar los trabajos de recarga –el 31 de octubre-, tuvieron que volver a apagarla por un fallo técnico en el sistema que lleva el agua a la vasija de la central para producir vapor para mover la turbina y producir la electricidad, según confirma el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Parón hasta el 10 de diciembre

Los planes de la central nuclear valenciana contemplaba que la planta no volvería a funcionar hasta el 21 de diciembre, según fuentes de Iberdrola consultadas por El Independiente. Hoy mismo la compañía ha adelantado la reactivación de las instalaciones y ha fijado el 10 de diciembre como nueva fecha para encender Cofrentes.

La planta estará casi tres meses parada en un momento en que los precios eléctricos no dejan de calentarse a las puertas del invierno y en el que el mercado de futuros (en los que eléctricas y traders compran y venden electricidad con entrega con un plazo determinado y a un precio pactado) auguran subidas para los próximos meses y para todo 2018.

Los equipos de Cofrentes han comprobado que la deformación de una válvula del sistema de agua de la central y que varios fragmentos se habían desprendido y se habían quedado alojado en las tuberías. Ahora la central trabaja en recuperar esos fragmentos. El CSN ha solicitado a la planta información adicional sobre cómo realizará esos trabajos, un análisis detallado de las causas del suceso y confirmación de que se ha resuelto el problema antes de intentar volver a arrancar la central.