"Algunos clientes nos han llamado para que dejemos de buscar oficinas en Barcelona y lo hagamos en Madrid", confiesa Humphrey White, director general de Knight Frank en España. El directivo señala que, mientras sectores como el retail (comercial) y el logístico son más defensivos, el mercado de oficinas está sufriendo con más intensidad el desafío independentista.

Los datos de la consultora avalan esta realidad. La superficie arrendada en Barcelona ha caído hasta 50.000 metros cuadrados en el último trimestre del año, frente a los 82.500 metros del mismo periodo de 2016. Supone un retroceso interanual del 40%. Si se comparan los datos con los tres meses previos al 1-O, la cifra se mantiene constante.

La firma, de hecho, esperaba que las empresas alquilasen 100.000 metros en este último trimestre, pero ahora corrige esta absorción de superficie hasta los 50.000 metros, es decir, un 50% menos, por la incertidumbre política.

"Clientes nos han pedido que dejemos de buscar oficinas en Barcelona y lo hagamos en Madrid", reconoce Knight Frank

Mientras, el sector terciario ha mostrado fortaleza en Madrid. En el último trimestre del año, la superficie alquilada alcanza los 141.300 metros, frente a los 136.100 metros que se arrendaron en el mismo periodo de 2016. Supone un aumento cercano al 4%. Si la comparación se establece con el tercer trimestre del año, cuando se absorbieron 110.ooo metros, el incremento es del 28%.

 

Dado que el parón se ha dejado notar en el último trimestre, cuando las tensiones entre Madrid y Barcelona afloraron, las cifras agregadas en el conjunto del ejercicio son menos llamativas. La superficie arrendada en Madrid alcanza los 500.000 metros cuadrados, un 12% más que el año anterior y en Barcelona cede un 1% hasta 300.000 metros.

Desde la consultora puntualizan que, en el caso de Barcelona, la previsión para el conjunto del año antes de las turbulencias políticas en Cataluña era de 350.000 metros cuadrados. Sin embargo esta cifra ha sido corregida hasta los 300.000 metros, es decir, un 15% menos en el total de año.

Esperábamos, antes de la crisis política, que se alquilasen 100.000 metros en Barcelona en el último trimestre; ahora prevemos 50.0000

Los directivos de Knight Frank esperan que "la situación de Barcelona se se calme". Aunque reconocen que Madrid se beneficia de la espantada de la inversión en Barcelona, consideran que ambas plazas son compatibles. "Madrid es la cuna de las grandes cotizadas; Barcelona tiene mayor aceptación entre pequeñas empresas extranjeras, como las tecnológicas... Pero ahora sufre la desconfianza internacional y tratamos de atraer ese interés a Madrid".

Inversión paralizada

Por otro lado, durante los tres primeros trimestres de 2017, la inversión en oficinas en Madrid y Barcelona alcanzó los 928 millones y 705 millones, respectivamente, según datos de Knight Frank.

La firma calcula que la inversión media en el sector inmobiliario, en los distintos segmentos -logística, oficinas y retail-, habría estado un 15% por debajo de lo que habría registrado sin el conflicto en Cataluña.

Kinght Frank calculaba que, al cierre de año, la inversión en los tres sectores alcanzase los 8.000  millones. Ahora, sin embargo, el ruido en Cataluña les he hecho recortar la cifra hasta 7.200 millones.

"Desde el 1-O se ha franado toda la inversión, aunque en los últimos días sí hemos visto alguna transacción", señala una directiva de la consultora.

Desde el 1-O se ha frenado toda la inversión en Barcelona, aunque en los últimos días sí hemos visto alguna transacción"

En el conjunto del año y de España, las transacciones en este segmento alcanzan un valor de 3.400 millones de euros, por encima de los 2.980 millones de 2016.

Tal como explicó la consultora inmobiliaria, los fondos de inversión han sido los grandes protagonistas con el 25,5% de la inversión en Barcelona y el 42,4% en Madrid.

Se espera que las Socimis terminen el año siendo uno de los propietarios más activos. Por otro lado, la firma señala que continúa la presión por parte de los inversores, que junto con la falta de producto, mantiene las rentabilidades en niveles bajos: 3,75% en los mejores edificios de Madrid y 4% en los de Barcelona.