El exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), exsubgobernador del Banco de España y exdirector del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) Fernando Restoy ha reconocido que Popular era un banco "vulnerable", de ahí que en sus últimos años provisionase unos 30.000 millones de euros, lo que supone el 10% de todo el sistema, cuando el banco tenía una cuota de mercado del 6%.

"Popular era un banco vulnerable, con una exposición muy amplia al sector inmobiliario, adquirida en el último momento del ciclo alcista, además", ha apuntado durante su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera en España y el programa de asistencia financiera, que este miércoles celebra su última sesión del año y que se retomará el 9 de enero, recoge Europa Press.

En su opinión, Popular, aunque "no estaba de superar" el umbral de capital regulatorio en el escenario extremo en el ejercicio de estrés de Oliver Wyman, fue capaz de ir al mercado y cubrir sus necesidades, ya que consiguió ampliar capital en 2.500 millones de euros en mayo de 2016.

A pesar de ello, el Banco de España siguió "presionando" a la entidad para que dedicara sus beneficios a dotar provisiones. "Popular, desde el comienzo de la crisis, provisiona unos 30.000 millones de euros, el 10% de todo el sistema, cuando su cuota de mercado estaba en el 5% o 6%", ha explicado.

"Como, a pesar de todo, Popular, aunque cumplía los principios contables y no hubo salvedad, se consideraba que el ratio de cobertura no era adecuado, siguió la presión por parte del supervisor, el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE) para que siguiera provisionando", ha apuntado.

Defensa de la salida a Bolsa de Bankia

Por otro lado, ha defendido que el "desenlace" de la salida a Bolsa de Bankia no fue "fácilmente anticipable" por parte del supervisor de los mercados, pues "no resulta sencillo" encontrar valoraciones de expertos que en aquel momento "cuestionaran la razonabilidad" de la operación.

Restoy ha recordado que las calificaciones crediticias del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri eran similares a las de otras entidades bancarias cotizadas, que sus auditorías no tenían salvedades y que Bankia había superado las pruebas de resistencia de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), al tiempo que bancos de inversión emitían en aquel momento "de modo generalizado" recomendaciones de compra de los títulos de la entidad a un precio superior al de salida a Bolsa

Para Restoy, es "evidente" que esta salida a Bolsa "no logró cumplir los objetivos" y supuso un "quebranto sustancial" para los inversores que suscribieron títulos de la entidad en aquel momento.

Defiende que la labor del supervisor fue promover la transparencia de la OPV

En su opinión, la actuación del supervisor de los mercados en relación con la Oferta Pública de Venta (OPV) de Bankia se centró en promover la transparencia sobre la situación de la entidad, procurar que el precio de salida a Bolsa reflejara las condiciones del mercado y facilitar la adecuada comercialización de las nuevas acciones entre inversores.

"La CNMV cumplió de modo profesional su labor verificadora explotando al máximo sus competencias", ha señalado quien fuera 'número dos' del supervisor entre los años 2008 y 2012, bajo la presidencia de Julio Segura, para quien ni el marco normativo vigente en 2011 ni la información disponible "hubieran permitido justificar una eventual oposición" del organismo a la salida a Bolsa de la entidad.

Señala que la legislación era "insuficiente" para impedir que se colocaran instrumentos complejos a particulares

En cuanto a las salidas a Bolsa que se produjeron en ese momento, no solamente la de Bankia, Restoy ha defendido que la CNMV, "dentro del marco normativo que estimulaba el principio de libertad de emisión, estableció criterios generales con el objetivo de la protección al inversor". "La CNMV comunicó a la CECA -patronal de las antiguas cajas-- una serie de directrices que debían guiar las salidas a Bolsa de las cajas", ha dicho.

En su repaso de la crisis financiera, Restoy ha apuntado que el marco legislativo vigente en aquellos años resultó "insuficiente" para impedir que se colocaran instrumentos complejos a inversores minoristas, si bien ha señalado que la normativa europea establecía libertad de emisión y en el momento del registro de las emisiones no era posible anticipar un escenario "tan extremo".

Según ha explicado, la CNMV ejerció su labor sancionadora al incoar 24 expedientes sancionadores, de los que se imputaron 49 infracciones a diez grupos financieros. De acuerdo con Restoy, el papel del supervisor de los mercados se centró en el refuerzo de la transparencia, la promoción de los mercados de liquidez y la prevención de los conflictos de interés y tomó diferentes medidas que fueron precedidas de comunicaciones a la industria en las que se especificaban los criterios supervisores de la institución.

Restoy ha defendido que la CNMV propuso cambios normativos, como la inclusión de información sobre la idoneidad de los instrumentos complejos para inversores minoristas en los folletos de emisión, propuestas que se incluyeron en la legislación y que fueron perfeccionadas en la normativa MiFid.

Intervención insuficiente

En cuanto a su papel dentro del Banco de España, del que fue subgobernador entre 2012 y 2016, Restoy ha apuntado que en aquellos momentos existía una "carencia" de instrumentos de intervención "suficientemente eficaces" para "moderar el endeudamiento de agentes, contener la inflación de los activos inmobiliarios y limitar la expansión del crédito a promotores", una carencia que no era exclusiva de España, sino que se encontraba "de forma generalizada" en los países avanzados y fue la que obligó a un "importantísimo esfuerzo de innovación financiera".

"El grueso del sector bancario español fue capaz de reaccionar de forma satisfactoria", algo que "refleja la solidez de su modelo de negocio", si bien "una parte del sector, fundamentalmente cajas de ahorros, se mostró muy vulnerable e incapaz de hacer frente a la recesión", ha apuntado Restoy, para quien "el marco jurídico y los esquemas de gobernanza de las cajas no favorecían una adecuada gestión de los riesgos", por lo que estas entidades "afloraron grandes debilidades".

El exsubgobernador del Banco de España ha puesto en valor que la institución es la que más recursos humanos ha aportado para el ejercicio de la función supervisora del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), algo que representa un "reconocimiento incontestable de la valía profesional" de los especialistas de la institución española.

De cara al futuro, Restoy ha destacado la necesidad de profundizar en la reforma del sector de las cooperativas para adaptar al sector al nuevo contexto regulatorio y competitivo, así como crear en torno a la CNMV una agencia supervisora integrada de las normas de conducta y protección del inversor que incluya un mecanismo vinculante de resolución de disputas entre todo tipo de entidades financieras y sus clientes. En torno al Banco de España, ha propuesto crear una autoridad macroprudencial.