El sindicato CCOO ultima estos días una propuesta de cambio en la metodología de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) para aflorar y, en la medida de lo posible poner cara, a toda una legión de trabajadores en precario que escapa habitualmente a las estadísticas oficiales y que tiene un pie en la economía. La idea de fondo es que es más fácil regularizar aquellas realidades que se conocen y no permanecen a la sombra.

Desde los falsos autónomos, como así ha considerado la Inspección de Trabajo a los riders de Deliveroo, hasta los socios trabajadores de las falsas cooperativas de trabajo o los becarios que llevan a cabo prácticas no laborales como un trabajador más en la empresa.

La secretaria confederal de Empleo de CCOO, Lola Santillana, está capitaneando esta iniciativa que, según señala y ha podido confirmar este periódico, está encontrando algunas trabas técnicas en el seno del organismo estadístico.

La EPA es un encuesta continua (permite un seguimiento de los encuestados) que viene ofreciendo una fotografía pormenorizada de la realidad sociolaboral de España desde 1964 y que, desde entonces, ha sido modificada en distintas ocasiones para adaptarse a los tiempos, como ahora pretende CCOO.

La mayor parte de estas modificaciones se han debido a la necesidad de armonizar la encuesta a los parámetros europeos, pero también para incluir información sobre novedades recientes del mercado laboral español como han sido el incremento del trabajo a tiempo parcial o de la contratación temporal. Por eso, el sindicato quiere que la EPA se adapte ahora para captar, por ejemplo, el trasvase de trabajadores desde el régimen por cuenta ajena al de los autónomos de forma fraudulenta, o el abuso de la figura del becario.

Sin embargo, la encuesta no ha introducido cambios metodológicos desde 2005. Y, según indican fuentes del INE, la intención es no hacerlos, salvo para introducir las modificaciones previstas para una nueva armonización en el entorno europeo en 2020.

Lo que ofrece la EPA

Por ahora, la estadística ofrece aproximaciones cercanas a los datos que prevé recabar CCOO. Es el caso de la información sobre los aprendices que reciben una retribución en metálico o en especie y los estudiantes que trabajan a cambio de una remuneración a tiempo completo o parcial. Estos se consideran personas asalariadas y se clasifican como trabajadores sobre la misma base que los demás empleados por cuenta ajena.

Dentro de esta categoría, existían en el tercer trimestre de este año alrededor de 183.000 personas con contratos de aprendizaje, ligeramente por debajo de los 204.000 personas del mismo periodo de 2007.

Sin embargo, el universo de los becarios es amplio y ambiguo, pues el concepto que los engloba ni siquiera está totalmente delimitado. De hecho, CCOO se encuentra actualizando la clasificación de las diferentes modalidades de prácticas que elaboró en 2015 y que ha servido de guía incluso para la CEOE.

Del lado del Ministerio de Empleo, se ha cuantificado el número de personas en esta situación en unas 80.000, las que han permitido aflorar las cotizaciones en las empresas. Sin embargo, es evidente que el número es mucho mayor. De ahí también que se prevea la aprobación para 2018 del primer estatuto del becario, de común acuerdo con la patronal y los sindicatos.

La EPA ya ofrece datos sobre estos colectivos, pero no permite saber en qué casos hay fraude

Otra de las categorías sobre las que se puede encontrar información en la EPA es la del personal perteneciente a cooperativas. Hasta 26.200 personas formaban parte de alguna de las múltiples existentes en el tercer trimestre de 2017, prácticamente un tercio que las 72.300 que había en el mismo periodo de 2007. Sin embargo, la información aportada no permite conocer cuántos de estos trabajadores forman parte de cooperativas como falsos autónomos.

La EPA también ofrece datos sobre autónomos asalariados, que son aquellos denominados autónomos económicamente dependientes (TRADE), los que obtienen al menos el 75% de sus rentas de un solo pagador. Sin embargo, CCOO considera que los datos sobre autónomos económicamente dependientes no cuentan con un filtrado para conocer lo que son efectivamente TRADE y lo que son falsos autónomos.

A la vista de estas supuestas deficiencias, la central quiere introducir nuevas preguntas en la encuesta, o modificar las ya existentes, para tratar de captar con mayor fidelidad la realidad del empleo en España. Según Santillana, el problema es que la encuesta ya es muy amplia y el INE necesitaría sacar preguntas para introducir otras. En el INE, de momento, ni quitan ni ponen.