Economía

MOBILE WORLD CONGRESS 2018

Los empresarios del Mobile: "Se están cargando el congreso y Barcelona"

Varios visitantes del Mobile World Congress, prueban las nuevas gafas de realidad virtual Gear VR 4D de la compañía coreana Samsung.
Varios visitantes del Mobile World Congress prueban las nuevas gafas de realidad virtual Samsung. | EFE

Empieza a cundir la sensación de que ésta puede ser una de las últimas ediciones del Mobile World Congress en Barcelona. A la GSMA, la patronal de empresas de móviles que organiza el congreso, y al Ayuntamiento de la ciudad les une un contrato hasta el año 2023, sobre cuya renovación empiezan a surgir dudas y cuya vigencia puede acabar teniendo las horas contadas.

"El año próximo está casi garantizado, al siguiente veremos si seguimos en Barcelona. No tengo tan claro que vengamos en 2020", dice un ejecutivo del sector. Y es que la inestabilidad política ligada al desafío independentista y el choque institucional paralelo están empezando a agotar la paciencia de algunos empresarios y de parte de la cúpula de la asociación organizadora.

"El año próximo está casi garantizado, al siguiente veremos si seguimos en Barcelona", dice un ejecutivo

La alcaldesa, Ada Colau, se agarra a esa fecha de 2023 siempre que es preguntada, como también hace la propia GSMA oficialmente. Pero ha sido la actuación de la propia Colau, con un plante puntual al Rey en uno de los actos, la que ha provocado que se abra de nuevo en canal el debate sobre si los organizadores de GSMA se plantean ya seriamente dejar la Ciudad Condal y buscar acomodo en otro lugar con más disposición de los políticos locales. Y además ha hecho que ese debate se abra justo en pleno Mobile.

La paciencia, cerca de agotarse

Con el congreso no se irían sólo las empresas. El Mobile World Congress del año 2018 va a suponer en Barcelona 471 millones de euros de impacto económico, va a generar 13.000 puestos de trabajo y va a recibir a más de 110.000 personas en la feria. Casi nada.

"Se están cargando el Mobile y se están cargando Barcelona", dice un ejecutivo de una de las grandes tecnológicas presentes en el Mobile World Congress cuando se le pregunta por la posible marcha de Barcelona, (y le secundan otros directivos del sector con comentarios, con más o menos dureza en los términos, pero similares en el fondo).

"Al final la paciencia de los organizadores del GSMA puede agotarse, y está cerca de que pase", dicen desde una de las grandes telecos. "¿Qué necesidad tenemos de esperar año tras año con miedo qué puede pasar esta vez? ¿Por qué aguantar la incertidumbre si lo que necesita un congreso como éste es precisamente estabilidad y tranquilidad?" La lectura que se hace en el sector es que la GSMA lo único que exige al Ayuuntamiento de Barcelona y a la Generalitat catalana es seguridad jurídica y estabilidad institucional, y que la asociación no es lo que se están encontrando.

¿Rumbo a Dubai?

La marcha de Barcelona, dicen los ejecutivos, sería "una pena" debido a la capacidad que tiene la ciudad para acoger un evento tan masivo. Mucho se habla de Dubai como candidato, una localización que no acaba de convencer a las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones. "No hay comparación. Hacerlo allí supondría más problemas organizativos", cuentan.

Lo cierto es que el traslado a una ciudad como Dubai, la que más suena pero no la única que estaría encantada de recibir los millones que supone el Mobile, daría quebraderos de cabeza a la organización. Pese a ello, no hay que menospreciar que buena parte de los gigantes de internet proceden de Asia y que, por pura geografía, les queda algo más cerca el emirato que España.

Por supuesto, para los empresarios más modestos que ven el Mobile como una gran oportunidad, viajar hasta Dubai sería algo casi imposible por los costes que supondría el desplazamiento. Hasta 197 empresas españolas participan este año en la feria, y a buen seguro que incluso a gigantes como Telefónica les supondría un problema, pero tienen el suficiente músculo como para que no sea una catástrofe. Pero para muchas otras lo sería. "No iría", es el comentario más escuchado entre ellas.

Críticas del Gobierno

El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha aprovechado un encuentro con los medios para cargar contra las instituciones que no han estado a la altura, por motivos políticos e ideológicos, para blindar Barcelona como sede del MWC.

“Las instituciones deben cumplir su papel, y lo que ayer tocaba era defender Barcelona como sede del Mobile World Congress. Cada cual sabrá si lo hizo bien”, ha dicho Nadal, en referencia a las actuaciones tanto de la alcaldesa Ada Colau como del presidente del Parlament catalán, Roger Torrent, durante los últimos días.

"Al final la paciencia de los organizadores puede agotarse, y está cerca de que pase", dicen desde una de las grandes telecos

“Barcelona es imbatible para tener un congreso como éste. Pero elementos políticos distorsionan esta fortaleza y otros lo quieren aprovecha”, ha dicho Nadal, en referencia a otros países y ciudades que se postulan para acoger el MWC si finalmente abandona Barcelona. “Y algunos se lo quieren poner fácil para que lo aprovechen”.

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