Renfe ha registrado un beneficio neto de 69,84 millones de euros en 2017, anotándose así las primeras ganancias de su historia sin incluir ingresos extraordinarios, como le ocurrió en 2015, según ha informado la compañía ferroviaria pública.

La operadora achaca este resultado al incremento del número de viajeros, especialmente del AVE, servicio que el pasado año transportó 21,10 millones de viajeros, un 3,7% más, con lo que marcó un nuevo récord y encadenó cinco años consecutivos de crecimiento.

Renfe logró ganancias los dos últimos ejercicios. No obstante, los de 2015 se debieron a unos ingresos extraordinarios de 96,1 millones de euros fruto de un acuerdo de uso de suelos con Adif. En el caso de 2016, los resultados devinieron en pérdidas de 35,86 millones al reformular la compañía las cuentas tras el cambio de presidente e incluir la histórica multa que Competencia impuso a Renfe Mercancías a finales de ese año.

Liberalización en 2020

La operadora ferroviaria pública logra así superar sus históricos números rojos en vísperas de que a finales de 2020 se abra a la competencia el transporte de viajeros en tren y tenga que afrontar la entrada de competidores.

Por el momento, en 2017, Renfe elevó un 4,3% los ingresos obtenidos con la venta de billetes de todos sus servicios de transporte de pasajeros en tren, que sumaron 2.169 millones de euros.

Los trenes de AVE y Larga Distancia, que tienen carácter comercial y no reciben subvención pública, aportaron casi las dos terceras partes (65,4%) de estos ingresos, dado que facturaron 1.419 millones, un 4,1% más que un año antes, según la cuenta de resultados de la empresa.

Los Cercanías facturan más

De su lado, los de Cercanías y Media Distancia convencional (regionales), considerados como servicios públicos y que reciben aportaciones públicas, dado que Renfe los presta por encomienda del Estado para garantizar la cohesión territorial y la movilidad, facturaron 749,96 millones de euros, un 4,5% más que en 2016.

Durante el pasado año Renfe recibió una subvención pública para cubrir el déficit de explotación de estos trenes de 832 millones de euros, un 43,6% más respecto a los 579,9 millones de un año antes.