El sector inmobiliario español sigue despertando el apetito de los grandes fondos de inversión internacionales. El último en aterrizar en nuestro país es el americano GoldenTree Asset Management, firma independiente especializada en gestión de duda. Adquirió hace unas semanas una cartera de activos tóxicos de Bankia por un valor cercano a los 300 millones de euros, confirman a El Independiente fuentes conocedoras de la transacción.

Con la venta de Proyecto Giants, el banco nacionalizado se libra de 290 millones de activos problemáticos, que corresponde a activos adjudicados y deuda inmobiliaria de pymes.

Golden Tree, gestora independiente especializada en deuda, gestiona 25.500 millones de dólares en activos

Golden Tree es una de las mayores gestoras independientes de deuda con 25.500 millones de dólares de activos bajo gestión, según consta en su web corporativa. Cubre todo el universo crediticio, como bonos de alto rendimiento, préstamos apalancados, deuda en dificultades, productos estructurados, mercados emergentes, capital riesgo y acciones de crédito. Gestiona el patrimonio de inversores institucionales, como fondos de pensiones públicos y privados, dotaciones de fundaciones y fondos soberanos.

Tras la venta de Proyecto Giants, Bankia acelera el saneamiento de su balance y acaba de lanzar una de las mayores operaciones de los últimos años. Tal como adelantó El Independiente, ha sacado a la venta una cartera de activos tóxicos valorada en 400 millones de euros, compuesta mayoritariamente por créditos fallidos con garantía inmobiliaria

Dicha cartera, bautizada como Proyecto Beetle, es una de las operaciones de mayor envergadura impulsadas por el grupo desde, al menos, diciembre de 2015, cuando vendió una cartera valorada en 645 millones de euros.

Bankia saca ahora a la venta otra cartera valorada en 400 millones, la más grande desde finales de 2015

En el conjunto de 2017, vendió tres carteras de deuda cuyo valor total ascendió a 300 millones. En septiembre, cerró una valorada en 100 millones de euros. En junio, se deshizo de otro paquete de deuda en situación dudosa y fallida por 100 millones. Un meses antes, en marzo, se desprendió de la cartera Gold, de 102,97 millones, en la que predominaba el riesgo promotor y cuyos créditos estaban respaldados por garantías inmobiliarias.

Bankia anunció durante la presentación de su plan estratégico 2018-2020 que una de sus prioridades será la reducción de los activos problemáticos (tanto dudosos como adjudicados), por valor de 8.800 millones de euros, hasta dejar el saldo total de esta partida en los 8.400 millones.