Faltan 15.000 camioneros en España. Y no hay recambio a pesar de las ofertas de empleo. "Tenemos tres millones de parados y ninguno quiere subirse a un camión", resolvió el presidente de la patronal de transporte Astic el pasado 25 de mayo, durante la XLI Asamblea General de la asociación. Marcos Basante, principal dirigente de Astic, expuso de forma cruda en el citado acto la "grave problemática" a la que se enfrenta este sector, que tiene que ver con la economía colaborativa, con el precio del combustible y con los costes del transporte, además de con la falta de plantilla.

Las palabras de Basante en el evento anual las comparten otras patronales con las que ha hablado El Independiente. El presidente de Astic destacó la semana pasada que, entre las soluciones investigadas, está la de importar conductores extranjeros, sobre todo de Perú y Chile donde al parecer hay excedente de operarios.

La propuesta de atraer camioneros foráneos recuerda a la que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, hizo este martes a la ministra de Empleo, Fátima Báñez: Carmena propuso regularizar inmigrantes sin papeles en el sector de la construcción en Madrid ante la escasez de mano de obra para realizar trabajos temporales, petición que no fue atendida por la ministra; Báñez precisamente aludió a los tres millones de parados.

Los transportistas atacan a la guerra de precios de proveedores, la economía colaborativa...

En España hay unos 400.000 camiones, entre pesados, ligeros y la flota que corresponde a las empresas privadas. Las firmas suelen ser muy pequeñas, con cuatro vehículos de media, según una fuente del sector. La disparidad de empresas y subsectores hace que coexistan incontables asociaciones gremiales o patronales en la carretera.

"El mercado ha conseguido que una profesión que antes resultaba atractiva para mucha gente haya dejado de serlo", relatan fuentes de la patronal Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). "Se ganaba dinero, se viajaba y se estrenaban vehículos punteros. Pero la presión de los clientes se ha hecho durísima, con una guerra de precios sin cuartel que lleva a la baja todos los contratos. Los fabricantes de productos exprimen a los proveedores, y esa batalla llega a los transportistas, que nos peleamos por reducir costes", agregan en la confederación.

Carmena  ha pedido regularizar 'sin papeles' en la construcción por la falta de mano de obra

La pujanza del e-commerce y el auge de la logística tecnológica contribuyen a esa caída. Durante las jornadas de Astic, Basante reconoció su "miedo" a que la economía colaborativa se cargue las “reglas, leyes y reglamentos” vigentes en el sector transportista. “Queremos jugar todos con las mismas armas y seremos beligerantes ante la proliferacion de estos fenómenos”, advirtió el presidente en presencia del director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, Joaquín del Moral.

"En Francia es obligatorio pagar a los transportistas a 30 días", cuenta otra fuente del sector. "En España no se cumple ni la Ley de Morosidad". Otras voces también apuntan a la inexistencia de una cláusula vinculada al precio del gasóleo, por la cual si éste (principal coste para las empresas) aumenta, también deberían hacerlo los costes del viaje. Sea como fuere, en la carretera hay miles de empleos que no se ocupan.