Economía

El Santander marca el camino en la era Sánchez: hay que subir salarios para seguir creciendo

La entidad financiera advierte de que el consumo privado corre el riesgo de agotarse con los actuales sueldos

Exterior de una de las instalaciones del Banco Santader.
Exterior de una de las instalaciones del Banco Santader. | Europa Press

El sector financiero atesora a menudo valiosos análisis macroeconómicos. Previsiones y recetas que, a día de hoy, pueden ser buenas referencias en la etapa política y económica que se inicia.  En uno de los últimos informes, correspondiente al mes de junio, el Banco Santander asegura, por ejemplo, que la “clave” para extender el actual ciclo de crecimiento económico está en acelerar la actual senda de subida de los salarios en las empresas.

La entidad se refiere a que aumentar el poder adquisitivo de los ciudadanos es la llave para que España pueda seguir creciendo a ritmos de entre el 2,5% y el 3% durante los próximos años, como hasta ahora ha previsto el Gobierno.

Según el trabajo ('Thinking Macro'), la razón es que este crecimiento económico se sustenta en el consumo privado y, a día de hoy, su recorrido es limitado con los actuales salarios. De un lado, el informe indica que, para los próximos trimestres, la demanda interna se apoyará en un “robusto” avance del empleo y en un “gran optimismo” entre los consumidores.

“Las reformas estructurales en España han llevado a una sincronización entre el PIB y el mercado laboral desde 2013", apunta la entidad financiera, para añadir a renglón seguido que la pregunta ahora es: "¿cuánto tiempo más puede crecer la economía a los actuales ritmos con unos sueldos reales (comparados con el IPC) que suben menos de un 1%?”".

Según recuerda, los sueldos crecieron solo un 0,1% el pasado año, pero en lo que se refiere a los salarios, la entidad espera que la retribución de los trabajadores crezca un 1,4%, previsiblemente por debajo del IPC, y que, en todo caso, suba un 2,2% en 2019.

En paralelo, el Banco Santander advierte de que “los precios podrían representar el principal riesgo para el crecimiento del PIB”, puesto la inflación subirá progresivamente entre 2018 y 2019, por el efecto del repunte del precio del petróleo.

El desigual reparto de la tarta

El problema es que, a la hora del reparto de la recuperación económica, los hogares están notándola en su bolsillo, pero mucho menos que las empresas, porque solo les llegan los frutos por la vía del empleo, pero no por la de las retribuciones.

Sin embargo, el estudio insiste en que, para que haya una aceleración del gasto doméstico, “es necesario ver una mayor evidente subida de los salarios por trabajador, no solo una buen ritmo de creación de empleo”.

En este contexto, la entidad financiera descarta mayores avances del consumo privado –no más del 2,5% este año—a menos que la tasa de ahorro siga cayendo aún más, o que el crédito al consumo se acelere significativamente.

 

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