Economía

NUEVA SECRETARÍA DE ESTADO DE EMPLEO

El Gobierno ganará cotizantes repatriando españoles y sumando trabajadores extranjeros

La ministra de Trabajo ya impulsó una mejora de las condiciones de los inmigrantes en Castilla-La Mancha coincidiendo con la regularización de Zapatero

La nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio.

La nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio. EFE

La nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha desembarcado en el despacho que hasta ayer ocupaba Fátima Báñez con el discurso que se esperaba. Sin embargo, desde el primer minuto ha introducido cambios en la estructura del departamento que claramente dan la idea de nuevas orientaciones en su política: una de las prioridades será desde este momento la integración de trabajadores inmigrantes y la repatriación de los trabajadores españoles emigrados.

Diálogo, trabajo y búsqueda del ansiado acuerdo en el seno del Pacto de Toledo para dar “confianza” a los pensionistas. Esas fueron sus grandes líneas de discurso durante la toma de posesión de la cartera de este jueves. Sin embargo, en esa misma intervención, Valerio reservó unas palabras para garantizar su apoyo a “aquellos que se han tenido que ir fuera de España porque aquí no tenían trabajo”, así como a “los que han venido buscando mejores condiciones de vida”. Es decir a los emigrantes y a los inmigrantes.

Con esta idea, el ministerio que capitaneará Valerio ha pasado de llamarse de Empleo y Seguridad Social a Trabajo, migraciones y Seguridad Social. De esta forma se recupera el término trabajo, que hace referencia a la actividad económica que realizan las personas, y desaparece el de empleo, que hace referencia solo al trabajo remunerado. Pero, sobre todo, se introduce en el encabezamiento del ministerio la cuestión de las migraciones.

Además, horas antes de que de Valerio tomara posesión, el Boletín Oficial del Estado (BOE), publicaba el Real Decreto por el que se reestructuran los diferentes ministerios. Una de las sorpresas era la supresión de la secretaría de Estado de Empleo, que hasta ahora había dirigido Juan Pablo Riesgo; se mantenía la de Seguridad Social, en la que aún no se conoce el sustituto de Tomás Burgos; y se añadía la Secretaría de Estado de Migraciones.

Es decir, lo que ha hecho Valerio nada más llegar al cargo es ascender a la Secretaría General de Inmigración y Emigración a la categoría de Secretaría de Estado; y es de esperar que se vuelva a crear una Secretaría General de Empleo.

Esta última cuestión no es nueva. El área de empleo se ha llevado tradicionalmente en los gobiernos socialistas desde una Secretaría General, hasta que pasó a tener rango de Secretaría de Estado en los últimos años del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, bajo la batuta de Luz Rodríguez.

En línea con el Banco de España

Estos palabras ponen de nuevo de actualidad la llamada que hace unas semanas hizo el Banco de España en su informe anual correspondiente a 2017. En el documento instaba a revisar las restricciones a las política migratorias para seguir nutriendo la población activa con mano de obra extranjera y compensar así el envejecimiento de la población.

En resumen, el Banco de España llamaba a utilizar la política migratoria como palanca para sufragar el creciente gasto en pensiones, que incluso se acelerará si el Gobierno de Pedro Sánchez lleva a cabo la política en materia de Seguridad Social diseñada por la propia Valerio y que incluye una vuelta a la vinculación del estas prestaciones con el IPC.

En paralelo, desde el ámbito empresarial también se repiten las llamadas a recuperar el talento perdido durante la crisis y fuentes consultadas de los sindicatos también admiten que la inmigración jugará un importante papel en los próximos años para garantizar una ratio de trabajadores por pensionista saludable.

Valerio siempre con los inmigrantes

Con todo, este nuevo impulso a las políticas migratorias era algo predecible a la vista de la trayectoria política de Valerio.

En las distancias cortas, la ministra de Trabajo --nacida en Extremadura y con una trayectoria política en Castilla-La Mancha, tierras de emigrantes-- ha defendido siempre el valor que aporta el empleo de los extranjeros  y ha defendido al proceso de regularización emprendido por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, al que se acogieron alrededor de 700.000 personas.

En coherencia, durante los años 2005 y 2007, en los que fue Consejera de Trabajo y Empleo en Castilla-La Mancha, Valerio impulsó un plan de acción para la acogida, integración y refuerzo educativo de inmigrantes, con el convencimiento de que los inmigrantes deben ser trabajadores como los demás.

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En la actualidad, no se trata solo de aflorar el empleo de extranjeros en situación ilegal, sino de lograr el retorno de trabajadores emigrados durante la crisis que en muchos casos han completado su formación fuera de España. Las estadísticas de los servicios públicos de empleo (SEPE) no ofrecen con detalle cómo han evolucionado estos flujos. En todo caso, sí reflejan que el empleo entre los extranjeros está cerca de recuperar los niveles previos a la crisis.

Sin embargo, los últimos datos disponibles del INE (hasta el primer semestre de 2017) confirman un incremento en los flujos de entrada y salida de extranjeros y, sobre todo, un creciente retorno de españoles al país desde 2012 y, en paralelo, una reducción en el número de salidas a otros países. Buenas noticias para una Seguridad Social necesitada de mayores ingresos para reducir su acuciante déficit.

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