Apenas una semana después del referéndum independentista del 1-O, Gas Natural Fenosa confirmó su salida de Cataluña y su consejo de administración aprobó el traslado de su domicilio social de Barcelona a Madrid.  El grupo energético huía así de la inseguridad jurídica que entendía estaba generando el desafío soberanista en la región.

En ese momento, Francisco Reynés era consejero delegado de Abertis (que también acabó mudando su sede de Barcelona a Madrid), pero ahora está al frente de Gas Natural Fenosa como presidente ejecutivo. Y en un encuentro con la prensa previo a la junta de accionistas, la primera que se celebra en Madrid, el propio Reynés no ha descartado el regreso de la sede del grupo a la Ciudad Condal.

“Decir que el traslado es para siempre sería muy presuntuoso por mi parte. Nada está hecho para siempre”, ha dicho Reynés. “El consejo de administración puede tomar otra decisión si lo considera oportuno. No puedo aseverar que se trate de una decisión para siempre”, ha sentenciado.

Gas Natural Fenosa ya avisó el 6 de octubre, cuando aprobó el cambio de sede, que dejaba la puerta abierta a que el traslado fuera sólo temporal, ya que el cambio será efectivo “en tanto se mantenga esta situación” de “inseguridad jurídica” generada por el órdago secesionista. Una decisión que “se adopta para mantener la operativa normal de la compañía y con el fin de proteger los intereses de la misma, sus clientes, empleados, acreedores y accionistas”.

“Ante los sucesos sociales y políticos que están ocurriendo en las últimas semanas en Cataluña y debido a la inseguridad jurídica que ello provoca, el consejo de administración de la compañía, ha acordado, en tanto se mantenga esta situación: cambiar su domicilio social a las actuales oficinas corporativas en Madrid, Avenida de San Luis, 77”, explicó el grupo en un hecho relevante remitido a la CNMV. El traslado no tiene ningún efecto en la práctica en las sociedades del grupo que prestan sus servicios exclusivamente en Cataluña.

La vinculación de Gas Natural Fenosa con Cataluña cuenta con 174 años de historia. La hoy tercera mayor eléctrica nacional tiene su origen 1843, cuando se creó en Barcelona la Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas (SCAG), que fue la compañía encargada de llevar por primera vez la luz a las calles y espacios públicos de la Ciudad Condal.

No se negocian compras… ni ventas

El presidente del grupo, que presentará mañana el nuevo plan estratégico hasta 2022, ha subrayado que en esa hoja de ruta no se contemplan operaciones corporativas. No se descartan, claro, pero las cuentas están hechas sin contemplan ninguna adquisición. “Nuestro punto de partida es sólo el de crecimiento orgánico”.

Gas Natural Fenosa, que pasará a denominarse Naturgy como nueva marca, no está “a día de hoy involucrada en ninguna operación ni de compra ni de venta”, ha destacado Reynés en la junta de accionistas. “Y no tenemos ningún compromiso de crecimiento inorgánico”, aunque no se descarta.

Crece un 34% en lo que va de año

Por otra parte, el presidente de Gas Natural Fenosa adelantó cifras de la evolución de la compañía en lo que va de 2018, señalando el buen comportamiento en la primera parte del ejercicio frente a 2017, con un crecimiento del beneficio neto recurrente del 34% en los primeros cinco meses del año, hasta los 481 millones de euros, impulsado por el crecimiento operativo y la mejora financiera.

El beneficio operativo bruto (Ebitda) recurrente a cierre de mayo del grupo se incrementó un 11%, hasta los 1.823 millones de euros, especialmente debido a la mejora de las condiciones del mercado de gas y electricidad y del negocio de infraestructuras.”Sería presuntuoso decir que soy responsable de estos resultados”, ha convenido Reynés. “En todo caso del equipo y de que el grupo ya tenía una inercia”.