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LA COMPAÑÍA PÚBLICA ESTUDIA DENUNCIAR EL PROCESO EN LA AUDIENCIA NACIONAL

Renfe intenta tumbar el AVE privado y acusa a CNMC de “forzar” cálculos para aprobarlo

La CNMC rehízo y corrigió el plan de negocio de Air Nostrum antes de darle permiso para lanzar una ruta de tren de Madrid-Barcelona-Montpellier. Renfe quiere bloquear el alquiler de trenes a su rival.

Un tren de AVE de Renfe.
Un tren de AVE de Renfe. | ep

Renfe va a tener que afrontar la llegada del primer operador privado en el AVE. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abierto la vía para liberalizar de facto la línea de AVE Madrid-Barcelona, la ruta más atractiva de la alta velocidad española.

La sociedad Intermodalidad de Levante (ILSA), filial del grupo aéreo Air Nostrum, solicitó el año pasado permiso para lanzar una ruta de AVE privada entre Madrid y la ciudad francesa Montpellier, con paradas en Zaragoza y Barcelona (como la ruta que hoy explota Renfe). La CNMC da ahora su visto bueno al nuevo servicio.

La Unión Europea ya liberalizó por completo las rutas ferroviarias internacionales, en la que cualquier compañía puede operar libremente. La CNMC ha considerado que el objetivo principal del nuevo servicio propuesto por Air Nostrum es el tráfico internacional de personas, ya que cumple las condiciones impuestas por el propio supervisor de que al menos el 30% de los pasajeros e ingresos tengan origen/destino internacional.

Renfe quiere frenar el plan

Renfe ha tratado de tumbar la llegada del AVE privado durante toda la tramitación de la autorización, presentando durísimas alegaciones contra la propia labor realizada por la CNMC durante el estudio del expediente. Las acusaciones vertidas por compañía pública de tren y recogidas en el informe de la resolución del organismo presidido por José María Marín Quemada son graves.

Renfe llega a acusar al supervisor de “no ser imparcial”, de “tomar partido” por su rival, de “excederse” en sus funciones al reelaborar el plan de negocio de Air Nostrum, de “forzar hipótesis de partida para llegar artificiosamente” a sus conclusiones e incluso de tener “la decisión tomada previamente” y “posteriormente allanar argumentos de todo tipo (…) para justificar dicha decisión”.

Fuentes de Renfe reconocen que la dirección del grupo está estudiando intentar echar para atrás la decisión de la CNMC de autorizar el nuevo servicio internacional de la filial de Air Nostrum presentando un recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional.

La CNMC rehace el plan de negocio de Air Nostrum

Frente a la conclusión a la que llega la CNMC de que el objetivo principal del nuevo servicio es el transporte internacional de viajeros, Renfe ha intentado que el organismo prohibiera el plan aelgando que el fin real de la compañía era competir en la ruta Madrid-Barcelona ampliando “artificiosamente” la ruta hasta Francia.

La CNMC valora la disposición de Air Nostrum de ofrecer información periódica sobre el cumplimiento de los requisitos y su compromiso de limitar la venta de billetes cuando los pasajeros nacionales superen ese 70% máximo. Sin embargo, Renfe critica ferozmente a la CNMC en este ámbito, ya que el supervisor ha reelaborado las previsiones presentadas por ILSA sobre de capacidad de los trenes y sobre estimación de pasajeros e ingresos (especialmente en el tramo Madrid-Barcelona), porque las de la compañía no eran correctas.

La CNMC argumenta que tiene capacidad legal para reelaborar estos cálculos con datos externos y diferentes a los del solicitante, y que en este caso ha utilizado las cifras de la propia Renfe Viajeros para realizar las proyecciones por tratarse de datos reales a los que Air Nostrum no tiene acceso.

Renfe denuncia que el supervisor se “ha excedido en sus competencias” al rectificar el plan de negocio de Air Nostrum. “Los porcentajes obtenidos con estas premisas [datos aportados en el plan de negocio de ILSA] no son válidos y se han forzado las hipótesis de partida para poder presentar artificiosamente que se atiene al umbral fijado”, sostiene la compañía en sus alegaciones.

Al utilizar la CNMC sus propios cálculos, dado que los de su rival no eran correctos, Renfe concluye que el informe no es “imparcial”, “tomando partido por el solicitante, corriendo, sin habilitación para ello, el plan de negocio aportado”. “La CNMC ha abdicado de su necesaria imparcialidad”, insiste en sus alegaciones.

"Decisión tomada previamente"

Además, Renfe denuncia que la ruta propuesta por ILSA no cumple uno de los requisitos impuestos para considerar que el servicio es internacional: que el 20% del trayecto se realice fuera de las fronteras españolas. El plan de Air Nostrum no llega a esa cota, y se queda en el 19,7%. Pero la CNMC sostiene que pesa más los otros criterios de pasajeros e ingresos, y que la propuesta de Air Nostrum se queda corta sólo por 2,5 kilómetros para un trayecto de 968,7 kilómetros.

Renfe llega a apuntar que sospecha que “la decisión está tomada previamente y que posteriormente se allanan argumentos, de todo tipo y en ocasiones con poca fortuna, para justificar dicha decisión”, la de autorizar el primer AVE privado de España.

Bloqueo al alquiler de trenes

Por otro lado, Intermodalidad de Levante pretende utilizar en la nueva ruta tres trenes de la serie 100 del fabricante Alstom que son propiedad de la propia Renfe, y que el grupo tenía puestos a disposición de otros operadores a través de su filial Renfe Alquiler. La filial de Air Nostrum ya solicitó su uso a Renfe en febrero de 2017, y desde entonces sólo ha habido largas. De hecho, la CNMC tiene ya abierto un expediente al respecto para determinar si se debe forzar al grupo público a ceder los trenes.

Renfe argumenta que esos trenes ya no están disponibles y que están en uso en otras líneas de la compañía, como el AVE de Madrid a Alicante, y que además no están homologados para circular por las vías francesas como pretende Air Nostrum y que adaptarlos requeriría una costosa transformación. Asimismo, Renfe ha puesto en marcha un proyecto para cambiar por completo los motores de sus trenes AVE S-100 y destinará a ello 22 millones de euros. Y la empresa no ve razonable invertir tanto presupuesto en un material rodante para que lo use otra compañía.

"No es de recibo dar por hecha la remota posibilidad de que ILSA utilice el material que ahora está siendo operado por Renfe Viajeros en tráficos nacionales, presuponiendo sin base alguna que va a quedar disponible a pesar de que todo indica lo contrario, y sin atender a que dichos vehículos no son aptos para circular por Francia", subrayó Renfe en las alegaciones presentadas ante el supervisor.

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