Acaba de cumplirse un año del 1-O y las tensiones en Cataluña no ceden. Un día después del referéndum, una avalancha de ciudadanos retiró sus ahorros de la región independentista en busca de puertos más seguros. CaixaBank y Sabadell sufrieron salidas masivas de dinero que se frenaron cuando cambiaron su sede social, pero la desconfianza sigue presente con picos de intensidad en función del circo político.

Entretanto, al igual que las grandes corporaciones, las fortunas catalanas que huyeron de la ciudad condal no tienen visos de regresar. Y continúa el goteo de altos patrimonios que opta por trasladar su cuenta fuera de Cataluña o deslocalizar su capital hacia mercados jurídicamente más estables como Luxemburgo, Suiza e incluso Reino Unido.

"La región en la que más estamos creciendo es, precisamente, Cataluña", asegura el directivo de una firma suiza. "La mayoría de los clientes nos pide abrir la cuenta en Madrid, pero otros optan, en primer lugar por Luxemburgo, y después Suiza", explica. De ahí que las entidades extranjeras especializadas en banca privada figuren entre las principales beneficiadas del conflicto catalán.

En febrero, el millonario Palatchi, que vendió Pronovias por 495 millones, trasladó su 'family office' de Barcelona a Madrid

"La pregunta no es si los ricos están volviendo a Cataluña. La cuestión es qué necesidad tienen de volver", señala el directivo de otra entidad. "Las familias acaudaladas tiene su patrimonio industrial, empresarial e inmobiliario en España, así que el patrimonio financiero es el único que pueden deslocalizar y, para diversificar el riesgo, depositarlo en el extranajero. Como sujeto pasivo fiscal, puedes tener tus inversiones financieras en cualquier parte del mundo siempre que lo declares y la diversificación geográfica tendría sentido incluso en un escenario de estabilidad que, a día de hoy, siquiera se da en Cataluña", sostiene. "El Gobierno sigue a la deriva y, al igual que CaixaBank y las empresas no se plantean volver a registrar su sede de Cataluña, tampoco los grandes patrimonios valoran esta posibilidad", añade.

Otro financiero especializado en la gestión patrimonial asegura que, más allá del riego real, tras la salida de dinero de la región independentista subyace un fuerte componente emocional. "No hay una desbandada como la que siguió al simulacro de referéndum y la declaración de independencia, pero muchos clientes de banca privada solicitan a sus entidades que trasladen sus posiciones fuera de Cataluña porque no se sienten cómodos atendidos en su región. Especialmente en el caso de CaixaBank y Sabadell", asegura.

"Podría ser que estuviese volviese algo de dinero, pero el neto es claramente negativo. Sale más capital del que regresa a una comunidad descapitalizada y carente de estabilidad con fuerte tensión social. El mejor ejemplo es observar cómo bancos, gestoras de fondos de inversión y family office -firmas que gestionan importantes patrimonios familiares- movieron sus sedes sociales y no hacen amago de volver", señala un banquero privado.

Un movimiento significativo es el del empresario Alberto Palatchi, dueño de Pronovias hasta que vendió la cadena de moda nupcial el pasado mes de julio al fondo BC Partners por 495 millones. Su family office, Galma Capital, trasladó su domicilio de Barcelona a Madrid el pasado mes de febrero.

Como las grandes empresas, firmas de gestión de activos independientes como EDM, Merchbanc -recién adquirida por Andbank-, Gesiuris -participada por Catalana Occidente-, Trea y GVC Gaesco, que tenían su sede en Cataluña, también optaron por registrarla en otras partes de España para preservar los intereses de sus clientes.