Que el autobús ni siquiera pueda arrancar si el conductor ha bebido. Eso es lo que reclama la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) y que se haga mediante la instalación masiva en todos los nuevos vehículos de sistemas tecnológicos que conectan un alcoholímetro con el sistema de arranque. Si hay positivo, no se puede encender el motor.

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