Renfe prevé "actuaciones críticas inmediatas" en materia de seguridad. La decisión se adopta un mes después del accidente de Manresa de Rodalíes (Cercanías), que dejó una víctima mortal y un centenar de detenidos (las autoridades investigan el siniestro). Según un documento interno al que ha tenido acceso El Independiente que recopila datos hasta diciembre, la dirección actual propone una serie de "medidas generales" ante el aumento de accidentes -que no de incidencias en general- en 2018 (20) con relación a 2017 (16). En cuanto al número total de incidentes, los números de hace ya dos años (58) se mantienen con relación al ejercicio pasado (57).

Ante la abultada siniestralidad se adopta la iniciativa, acompañada de una serie de reformas de calado que pretenden revolucionar el área de Seguridad, la cual depende de la Dirección General de Operaciones. Y varias de las medidas tienen un alcance notorio, como la "asignación más clara de responsabilidades al personal de los servicios de producción en materia de seguridad", que vendría a redefinir la relación entre los cargos y la asunción de compromisos en caso de accidentes. Por ejemplo, la "resstructuración interna dotando de mayor independencia, capacidad y recursos a las áreas de seguridad". Los últimos Presupuestos Generales del Estado tumbados en el Congreso priorizaban esta idea, así como la inversión en red convencional, antes que inyectar más millones de euros en la alta velocidad.

"Dotar de más recursos"

A nivel organizativo hay más peticiones. Se pide redefinir "los manuales de puestos y funciones en materia de seguridad". También "dotar de personal capacitado en materia de seguridad (y producción) a todas las áreas". "Es tan sencillo como responder si la futura dirección de Renfe que llegue de las elecciones generales apuesta por la seguridad o no", recalca un veterano directivo.

Así, el primero de todos los consejos pasa por "revisar los procesos de seguridad", sobre todo el de "vigilancia global de la seguridad y de gestión de riesgos"; no es la única revisión abordada: se plantea hacerlo igualmente con la "estrategia y liderazgo", empezando por el "Sistema de Gestión de Seguridad enfocado en la gestión de riesgos". Y se hace hincapié en la "adaptación al Cuarto Paquete Ferroviario" propuesto por la Comisión Europea, el cual recomienda -sin obligar- la apertura a la competencia privada del transporte de Viajeros.

El IV Paquete Ferroviario

La promulgación del Cuarto Paquete incluirá, siempre de acuerdo con el informe, un "cambio en los requisitos en materia de seguridad" que se derivarán de su "entrada en vigor". Según fuentes consultadas, esto constituye un problema: "No nos hemos terminado de adaptar al Tercer Paquete y se nos viene encima el cuarto".

Otras actuaciones reclaman igualmente la "revisión de las actividades de coordinación y relación de los sistemas con proveedores y prestadores de servicios internos y externos", además de estrechar la coordinación con Adif, el gestor de la infraestructura propietario de la vía y las estaciones. Más adelante, en otro punto, se solicita introducir "nuevos indicadores de seguimiento y eficacia" para poder identificar mejor "aquellos aspectos que requieran mejoras" dentro del "desempeño de las acciones".

"Ayuda de consultora experta"

El cúmulo de "actuaciones críticas" termina con dos ideas: primero, revisar "la documentación del sistema con ayuda de una consultora experta que conozca los sistemas de otras empresas ferroviarias europeas" (expertos en seguridad detallan que países europeos como los nórdicos o como Alemania anteponen este tipo de inversión al resto de intervenciones); y segundo y ligado a lo anterior, difundir "una nueva cultura de seguridad".

Volviendo a los incidentes concretos, de 2017 a 2018 se mejoró en capítulos como "conatos de colisión" y "rebases de señal". En "caldeos de ejes" o "conatos de incendio en trenes" se registraron las mismas estadísticas. Y se empeoró en aspectos como "escape de material".