El enlace más preanunciado de la historia de la banca europea comienza a tomar forma. Deutsche Bank y Commerzbank han reconocido este fin de semana que han iniciado conversaciones con vistas a integrarse en lo que sería el segundo mayor banco de la Eurozona por activos.

Aunque desde ambas entidades se ha resaltado que las negociaciones se encuentran en una fase muy preliminar y de que "no hay certeza de que se vaya a producir una integración", la noticia ha sido recibida con entusiasmo en los mercados financieros. Las acciones de Deutsche Bank registraban en la mañana de este lunes un avance cercano al 3,5%, mientras que las de Commerzbank repuntaban cerca de un 7%. Del mismo modo, los títulos de la gestora de fondos de Deutsche, DWS, firmaban alzas que rozaban el 10%.

"Ambas entidades trabajan para mejorar sus ratios de eficiencia y rentabilidad que se encuentran entre las más bajas de la Unión Europea. Una fusión permitiría acelerar los objetivos de eficiencia
(recorte de costes) y rentabilidad (RoTE). Deutsche Bank y Commerzbank cotizan con múltiplos de valoración atractivos (Precio/Valor Contable en torno a 0,3 veces en ambos casos) por lo que esperamos una reacción positiva en la cotización de las dos entidades a corto plazo", observan los analistas de Bankinter.

La banca alemana se ha visto muy penalizada en los últimos años por su fragilidad, en un entorno muy difícil de mercado para el sector financiero. Estas debilidades, agravadas con cuantiosas multas por actividades ilícitas, han llegado a poner en entredicho la supervivencia de Deutsche Bank, uno de los gigantes financieros más relevantes de toda Europa.

La prolongación del escenario de tipos de interés bajos habría forzado a ambos grupos a explorar soluciones a sus debilidades

Ahora, se espera que la integración entre ambos grupos, que conformaría una entidad con cerca de 1,8 billones de euros y alrededor de 25.000 millones de euros de capitalización, permita solventar muchas de las deficiencias que les han mantenido bajo presión en el mercado, donde acumulan recortes superiores al 35% en el último año, en ambos casos.

"En teoría, una fusión bien ejecutada entre Commerzbank y Deutsche Bank podría, con el tiempo, ofrecer considerables ganancias de eficiencia, sinergias de financiamiento y beneficios de franquicia, particularmente dentro del mercado nacional", indican desde la agencia de calificación S&P Global Ratings. Los analistas de la firma advierten, no obstante, de que la operación también conlleva riesgos, por las posibles restricciones de las autoridades de competencia y porque "una fusión probablemente enviaría a Commerzbank y Deutsche Bank a varios años más de una importante reestructuración interna, mientras que los competidores siguen enfocados en atender a los clientes y mejorar las ganancias".

Se espera que los dos bancos inicien de inmediato con la conformación de los respectivos comités de evaluación del proceso, aunque se calcula que si el mismo sigue adelante se prolongará durante meses.

La posible fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank había generado, hasta ahora, recelos tanto entre las direcciones de ambas entidades como entre las propias autoridades del Gobierno alemán. Sin embargo, la constatación reciente de que el escenario de tipos de interés en mínimos va para largo -amenazando la capacidad de la banca europea de mejorar sus niveles de rentabilidad- parece haber vencido las resistencias.

La operación también ha sido recibida con buen tono por el conjunto del sector financiero europeo. El índice bancario del EuroStoxx subía esta mañana casi un 1,5% y se situaba en sus mejores niveles desde el pasado diciembre, con la banca italiana acompañando a las entidades germanas entre las más alcistas. Juan José Fernández-Figares, director de Análisis de Link Securities, estima que la operación puede alentar las expectativas de un nuevo proceso de concentración en la banca europea, incluyendo operaciones transfronterizas.

"Estamos seguros que este tipo de operaciones se terminarán realizando con objeto de mejorar la eficiencia operativa de las entidades en un momento en el que todas ellas se enfrentan a un escenario de tipos de interés muy bajos lo que unido a la debilidad del crecimiento económico en la región penaliza sus márgenes y sus rentabilidades, siendo la reducción de costes operativos una de las pocas opciones que tiene el sector para mejorar sus cuentas".

Los sindicatos cifran en hasta 30.000 los puestos de trabajo puestos en riesgo por la operación de fusión

En contra de la fusión de Deutsche Bank y Commerzbank también se han posicionado los sindicatos. Ambas entidades cuentan con una plantilla total de alrededor de 140.000 empleados y los primeros cálculos cifran en hasta 30.000 los puestos en peligro, especialmente en Alemania.

"Desgraciadamente tendríamos que asumir que en tal escenario habría un amenaza inmediata para 10.000 empleos y en el largo plazo hasta 30.000, especialmente en Alemania", indicó el responsable del área de banca del sindicato germano Ver.di, Jan Duscheck, en declaraciones a la cadena alemana n-tv, recogidas por Europa Press.

"Desde nuestro punto de vista, una fusión así no serviría para crear un modelo de negocio que fuera sostenible en el largo plazo", añadió el representante sindical, quien ocupa un asiento en el Consejo de Supervisión del Deutsche Bank.

La integración estaría facilitada, entre otras cuestiones, por la fuerte presencia del fondo Cerberus en el capital de ambos grupos, que se encontraría entre los partidarios de la operación.

La decisión de comenzar las conversaciones formales fue tomada por los consejos el domingo, luego de que el gobierno alemán señaló durante el fin de semana que apoyaría la reestructuración necesaria para lograr el éxito de un empate.