Economía

Elecciones 26 de Mayo

Ganar en Madrid para gobernar el corazón económico de España

La Comunidad de Madrid no solo centraliza la vida institucional del país sino que históricamente absorbe la mitad de las inversiones extranjeras y cuenta con la mayor tasa de actividad laboral del país

Pantallas de cotización en el interior de la Bolsa de Madrid.
Pantallas de cotización en el interior de la Bolsa de Madrid.

Todos quieren ganar en Madrid. La capital de España, tanto desde el punto de vista de las elecciones autonómicas como municipales, es la plaza más codiciada porque, como capital del Reino, centraliza órganos de poder, alberga la Bolsa, sirve de centro de operaciones para empresas multinacionales, atrae riqueza y hasta presenta la mayor esperanza de vida. Ganar en Madrid es lo más cercano a gobernar un país sin ser presidente del Gobierno a nivel nacional. Pero esto no son más que evidencias. Solo las cifras dan la dimensión económica de la Comunidad.

Baste decir que la candidatura que logre hacerse con el poder gobernará para 6,5 millones de personas, mujeres y hombres casi al 50%, esto es, el 14% de la población total de un país con casi una veintena de comunidades autónomas. Un peso que además ha aumentado con el trascurso de la crisis en unas cuatro décimas.

Hablamos de Madrid como imán poblacional, porque como gran capital atrae cada vez más actividad económica, lo que se traduce a su vez en empleo. De un lado, Madrid alberga a casi medio millón de empresas, el 16% del total, según datos de la propia Comunidad, de las que el 39% son extranjeras. Más aún, se trata de la cuarta ciudad europea con más sedes de multinacionales de toda Europa.

Y la dinámica no se estanca. Los últimos datos sobre sociedades mercantiles procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que casi dos de cada 10 nuevas empresas se constituyen actualmente en Madrid, y, aunque la capital también acapara una de cada tres disoluciones, lo cierto es que la cifra de aperturas correspondientes al mes de marzo, más de 2.000, más de duplica los cierres, que apenas sobrepasaron los 600.

Como consecuencia de esta concentración de la actividad económica, la Comunidad de Madrid presenta la mayor tasa de actividad del país, con un 62,7%, lo que se compadece también con el hecho de que la mayor parte de la población se encuentren en franjas edad cercanas a los 42 años, con otro pico entre los 8 y los 10 años, y un porcentaje de extranjeros del 12%, dos puntos más que antes de la crisis.

De un lado, este dibujo es similar al que muestra el perfil del conjunto de la población española. No obstante, otras comunidades autónomas muestran una mayor concentración de personas de más edad.

Actualmente, el empleo crece a un ritmo del 2,8% en la Comunidad de Madrid, en línea con la media nacional, pero obviamente a un ritmo superior a la mayoría de las comunidades autónomas en términos absolutos. En paralelo, la tasa de paro se sitúa en el 11,7%, ya casi en niveles precrisis y además con una tasa de temporalidad del 19,3%, la más baja de todo el país.

Además, como centro institucional, la Comunidad de Madrid acoge al 29% de los empleados públicos del sector estatal, un total de 148.212, según el Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas del Ministerio de Hacienda. Si se tienen en cuenta también las plantillas de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, el número total de efectivos en Madrid alcanza los 389.340, el 15% del total.

Vuelve a tirar la construcción

Por otro lado, estas buenas cifras de empleo se dan sobre un mapa sectorial muy diferente al de antes de la crisis. El sector de la construcción vuelve a tirar con fuerza, pero tras una redimensionamiento importante, y la industria se recupera, al menos en términos de empleo, más rápido que los servicios.

Para ilustrarlo, del total de viviendas vendidas en España en el tercer mes de este año, el 14,6% se transaccionó en Madrid, frente al 11% del cierre  de 2007. Esto supone un 5,3% más que en 2018, pero un 23,7% menos que en aquel año. A nivel nacional, por un lado, las viviendas se venden ahora a un ritmo superior, del 6,8%, pero con un descenso frente a 2007 del 42,3%. Esto da la idea de que el mercado de la vivienda madrileño es más estable.

En paralelo, la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre del año reflejan que el empleo ha crecido especialmente en la construcción en el último año, un 26,4%, seguido de la industria (9,7%) y los servicios (0,4%).

Es el reflejo de una economía en la que lo que más ha venido empujando en los últimos tiempos es la inversión en construcción, como dejaban patentes los recientes resultados de la evolución del PIB regional, en el que Madrid daba otro paso para superar a Cataluña como comunidad autónomas más rica y en los que lo al menos en renta per cápita ampliaba la distancia con esta en otros 400 euros, hasta superar ampliamente los 4.100 euros.

Porque la economía madrileña, gracias a ese tirón creció en 2018 a un ritmo del 3,2%, un año en el que la inversión extranjera aumentó un 125%, coincidiendo con el climax del procés en Cataluña, y acaparó el 85% del total de toda España, cuando históricamente ha recibido alrededor de la mitad.

Entre las debilidades (si es que se puede considerar así), Madrid es la capital europea del envejecimiento, puesto que tiene la mayor esperanza de vida, con más de 82 años. Es decir, que si la edad más común son los 42 años, puede que en el medio plazo, esta concentración se traslade a edades superiores. Por lo pronto, el pasado año se cerró con 24.700 ocupados menos entre 20 y 24 años, mientras que el empleo creció en 80.000 personas entre los 25 y los 54 años y en 22.900 con más de 55 años.

Una cuentas saneadas

Además de la capacidad de Madrid como motor económico, se trata de un territorio saneado a todos los niveles. De un lado, el ayuntamiento gobernado por Manuela Carmena desde 2015 ha logrado reducir su deuda en más de un 40% hasta los 2.761 millones de euros, en los niveles de 2004.

Detrás está, no solo un superávit logrado desde 2013, sino también la vuelta a la disciplina fiscal impuesta por la Ley de Estabilidad Financiera, que llevó a un enfrentamiento con el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Además, la Comunidad de Madrid registró al cierre de 2018 un déficit del 0,16% del PIB, por debajo de la media, y un nivel de deuda que, aunque supera los 33.000 millones de euros, lo que le sitúa en máximos históricos, supone el 14,6% de su PIB, la ratio más baja de las comunidades autónomas.

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