La Policía Municipal y el Cuerpo de Agentes de Movilidad de la capital serán los encargados de controlar que en los vehículos con distintivo C de la DGT que circulen dentro de ‘Madrid Central’ viajen, al menos, dos ocupantes, tal y como exige la nueva ordenanza que prevé sacar adelante el Ayuntamiento de Martínez-Almeida. Ante la incapacidad de las cámaras para distinguir el número de viajeros de un coche, el Consistorio madrileño planea que sean estos agentes los que hagan “controles aleatorios”, según han explicado fuentes municipales a El Independiente

La entrada los vehículos C al perímetro de 472 hectáreas restringido es una de las medidas más destacadas de ‘Madrid 360’, el plan anticontaminación del Gobierno del PP y Ciudadanos que, entre otras cosas, modifica el ‘Madrid Central’ de Manuela Carmena. La medida estrella de la anterior alcaldesa, que lleva en funcionamiento desde noviembre de 2018, restringe el tráfico en el distrito Centro de Madrid a residentes, personas con movilidad reducida y servicios de seguridad y emergencias. Con ella, sólo pueden circular por este área los vehículos de las personas empadronadas en Madrid central, aquellos con etiqueta ambiental CERO emisiones o ECO y los vehículos con etiqueta B o C. Estos últimos solo pueden hacerlo para aparcar en un parking público o si están autorizados por residentes.  

Los planes del Ayuntamiento de Martínez-Almeida suavizan estas restricciones. ¿Cómo? Abriendo el acceso a la zona de bajas emisiones a vehículos C con dos ocupantes. Hablamos de turismos y furgonetas de gasolina matriculados a partir de 2006 o los diésel desde 2014. Estos coches sólo podrán estacionar en los aparcamientos, que rebajarán sus tarifas de precios. Aunque, de momento, la nueva normativa tendrá que esperar al año que viene.  

¿Cómo controlarán que en estos coches viajen dos pasajeros y no uno? Las cámaras que hasta ahora utiliza ‘Madrid Central’ continuarán cuando ‘Centro’ -el nuevo nombre que le darán a esta zona- entre en vigor. El Ayuntamiento, que aún no tiene definido por completo el plan anticontaminación, estudiará la posibilidad de que las cámaras puedan detectar a los ocupantes del coche ya que, ahora mismo, sólo registran las matrículas, según precisan las mismas fuentes.  

Los controles manuales de agentes de policía y movilidad también fueron necesarios cuando entró en vigor Madrid Central en noviembre del año pasado, en una primera fase informativa. En enero empezó a funcionar el control automático del sistema de gestión de multas. Primero, notificando las infracciones pero sin sancionar; y a partir del 16 de marzo, multando. Debido a un error con el formato de los horarios, el Ayuntamiento, aún con Manuela Carmena al frente, tuvo que anular 6.602 multas de las 8.072 que se tramitaron entre el 16 de marzo al 16 de abril, según informó Europa Press. El nuevo Ayuntamiento de Martínez-Almeida quiso asegurar la fiabilidad de la normativa poniendo en marcha una moratoria de las multas, que fue tumbada por los tribunales a los pocos días.

"Una amnistía a todos los C"

Hasta el día de hoy, las matrículas de los vehículos captadas por las cámaras se cruzan con una lista de usuarios con permiso para entrar a Madrid Central y con las matrículas de los coches que estacionan en los aparcamientos públicos, según explica a este periódico Álvaro Heredia, uno de los impulsores de la actual zona de bajas emisiones. Heredia es muy crítico con la medida de Almeida: “Es una amnistía a todos los C”. Según explica, los sistemas de cámaras que miden actualmente el número de viajeros sólo son capaces de identificar a los que van en los asientos delanteros o bien son “muy rupestres” para vayan ligados a un sistema de multas. Lo que propone Almeida, por tanto, “es un canto al cielo”. 

El que fuera gerente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) tampoco ve posible que los policías y agentes de movilidad controlen manualmente estos coches. A su juicio, los agentes no pueden comprobar si una persona que viaja sola en un vehículo C estaciona o no en un parking público. La medida no ha sentado bien a otra de las impulsoras de Madrid Central, Inés Sabanés. “Es tanto como decir que se dinamita”, criticó el lunes. El “problema”, según explican fuentes de Más Madrid, es que se está permitiendo el tráfico de paso por el centro de la capital. “Ya no es una zona de bajas emisiones”, sentencian.