La economía española se frena. Así lo reconocen las principales firmas de análisis, el Banco de España e incluso al Gobierno. Los riesgos del escenario global vienen lastrando en los últimos trimestres el brío de la economía española, que tras años de crecimientos en el entorno del 3% muestra ahora unos ritmos de expansión mucho más modestos.

Esta es también la visión que defiende el Servicio de Estudios de Mapfre, que este lunes ha anunciado un recorte de sus previsiones para España hasta el 2% en el presente ejercicio (cuatro décimas por debajo de su anterior estimación) y al 1,7% para el próximo año.

Este recorte se enmarca en un entorno de desaceleración generalizado, que lleva a la firma a augurar que la ralentización del crecimiento mundial se acelerará en los próximos trimestres, según ha explicado el director de análisis macroeconómico y financiero del Servicio de Estudios de Mapfre, Gonzalo De Cadenas-Santiago, quien de momento cree improbable que esta situación derive en un escenario de recesión, aunque tampoco lo descarta.

Una prolongación de la parálisis política puede afectar al empleo, el consumo y la credibilidad del país en los mercados

"Nos encontramos en una situación en la que factores como la guerra comercial y otras crisis están pesando actualmente sobre las economías de manera global creando una situación en la que un choque adicional podría inclinar la balanza hacia la recesión", advierte el informe publicado por la aseguradora. Así, Mapfre augura ahora que la economía mundial crecerá este año y el siguiente algo por debajo del 3%.

España se enfrenta a ese escenario con una inercia de crecimiento positiva pero también con el lastre de la inestabilidad política, cuyo impacto podría multiplicarse en los próximos trimestres. "Hasta ahora la falta de gobierno no ha impactado de forma relevante a la actividad económica, sin embargo, la falta de consensos políticos y el riesgo de seguir en un impasse pasadas las elecciones pueden empezar a pasar factura vía creación de empleo, confianza del consumidor, o incluso credibilidad ante los mercados de financiación soberana", advierten en Mapfre.

Freno para los seguros

Desde la principal aseguradora española creen que el escenario de debilitamiento económico global y políticas expansivas por parte de los principales bancos centrales mundiales puede representar un freno para el negocio de los seguros.

Así, sin ir más lejos, en el caso de España, prevén que la ralentización, que ya empieza a plasmarse en el consumo, acabe influyendo en el recurso al crédito por parte de las familias y empresas, empeorando las expectativas para los negocios de seguros de No Vida y de Vida riesgo, muy ligados a la evolución del ciclo económico.

Asimismo, auguran que el negocio de Vida ahorro seguirá lastrado por el entorno de bajos tipos que afecta a toda la Eurozona, según explicó Ricardo González, director de investigación de industria y regulación del Servicio de Estudios.