Facebook ha empezado a declarar sus millonarios ingresos de publicidad en España. Hasta ahora, la red social centralizaba en Irlanda –un país con ventajas fiscales- todo su negocio publicitario en Europa y la filial española funcionaba sólo como una agencia de marketing. Facebook Spain  sigue siendo la agencia de marketing del gigante digital en el mercado español, pero desde el 1 de julio del año pasado también actúa como revendedor de publicidad para los clientes españoles.

Con el cambio de estrategia, los ingresos facturados en España se disparan, los resultados de la filial española pasan de las pérdidas a los beneficios, pero el pago de impuestos a la Hacienda española siguen siendo más que modestos por los enormes abonos a la filial irlandesa en concepto en concepto de servicios prestados.

Facebook Spain registró unos ingresos de 112,6 millones de euros durante 2018, lo que supone multiplicar por once los 10,15 millones declarados el año anterior, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil adelantadas por Cinco Días. Es el resultado de estar durante medio año facturando en España –y no traspasándolo enteramente a Irlanda- las ventas de publicidad de clientes del mercado local.

Sin embargo, la filial española de Facebook traspasa a su hermana irlandesa, Facebook Ireland, el 85% de todos esos ingresos al actuar como mero revendedor y al pago por esos ingresos prestados. De los 112 millones facturados en España un total de 95,43 millones son devueltos a Irlanda por “el costo para la compañía de actuar como revendedor de publicidad para los clientes españoles designados”.

A su vez, Facebook Irlanda paga a la compañía española 9,2 millones por sus servicios de marketing, así que el saldo real que traspasa Facebook Spain a su central en Dublín es de 86,2 millones. Esto es, el 76,5% de toda la facturación registrada en España es trasvasada a la filial en Irlanda.

Con el cambio operativo y contable, Facebook Spain consigue entrar en beneficios. Frente a las pérdidas de 957.829 euros declaradas en 2017, la filial española de la red social consigue un beneficio neto de 537.590 euros. Una cantidad muy reducida en comparación con los 112 millones declarados como ingresos en España.

Facebook anunció a bombo y platillo su cambio de estrategia contable y fiscal en plena polémica por los bajos impuestos que pagaba en todos los países en los que opera al centralizar sus negocio principal –el publicitario- en países con ventajas fiscales, como Irlanda. Con la nueva estructura del negocio, Facebook Spain triplica el importe abonado a la Hacienda española en concepto de impuesto de sociedades, pero sigue siendo modesto para un gigante tecnológico con sólo 864.098 euros.

Incluso después de los cambios introducidos, el auditor de Facebook Spain, la firma EY, sigue viendo como un riesgo la estrategia tributaria de la compañía, con sus enormes pagos entre filiales de la misma corporación. EY alerta en su informe de auditoría de “la importancia de los saldos y transacciones con empresas del grupo” y del “riesgo de que la posición tributaria de la Sociedad pudiera no ser compartida técnicamente en caso de inspección por parte de las autoridades fiscales”.