Endesa eliminó el pasado 1 de octubre los descuentos en el recibo de luz que tenían 26.000 ex empleados de la compañía ya jubilados. La bonificación en la factura está considerada una parte del salario en especie, y tras la expiración del convenio colectivo de la compañía hace casi dos años la plantilla actual -unos 9.000 trabajadores- ha consolidado esa parte en sus contratos, pero los jubilados se han quedado sin la rebaja.
La Audiencia Nacional avaló la decisión de Endesa de retirar la gratuidad de la factura eléctrica a los ex empleados retirados. La sentencia ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo, pero la dirección de la compañía no oculta su total convencimiento de que el caso está ganado y que el Alto Tribunal volverá a darle la razón.
Endesa recoge en sus cuentas unas provisiones de 760 millones de euros para hacer frente a los pagos futuros de los recibos de luz gratuitos de los 26.000 jubilados. Son casi 50 millones más que hace un año por ajustes del precio de la electricidad y del número de beneficiarios, según fuentes financieras. Sin un nuevo convenio colectivo que incluya una solución al pago de la electricidad de los ex empleados, la eléctrica puede revertir esas provisiones millonarias y disparar su beneficio.
Si la eléctrica retira esas provisiones conseguirá una inyección en sus cuentas de esos 760 millones que irán a parar directamente a su resultado bruto de explotación (ebitda). Suspendido ya el descuento de la luz de los jubilados y con el aval de la Audiencia Nacional bajo el brazo, el auditor de Endesa reclama que recupere ya las provisiones.
EY -el auditor de la compañía hasta final de año, cuando le sustituirá KPMG- ha solicitado a la eléctrica que revierta las provisiones antes del próximo 31 de diciembre y que incluya esa inyección extra millonaria en sus cuentas anuales de 2019, según confirman a El Independiente fuentes conocedoras de la postura de la auditora.
Endesa trata de aplazar unos meses el movimiento y maniobra para convencer a EY de que le permita postergar la reversión de las provisiones al menos hasta el próximo marzo, cuando se cierre formalmente las cuentas anuales de 2019. La dirección de la eléctrica confía en que, si finalmente se abre un proceso de arbitraje con los sindicatos para firmar un nuevo convenio colectivo, el auditor acceda a avalar el retraso.
Endesa exige paz social a los sindicatos para aceptar una mediación y/o un proceso arbitral para desencallar la situación de bloqueo para conseguir un nuevo convenio, tras dos años de negociaciones y con un convenio expirado desde diciembre de 2017. Y exige una paz social aceptada por todos los sindicatos, en un momento en que la unidad de acción entre los representantes de la plantilla se ha roto.
UGT, CCOO y SIE habían convocado cinco días de huelga general en noviembre y llevaban semanas en que los tres sindicatos habían mantenido encierros indefinidos en sedes de la compañía por toda España para presionar a la eléctrica para desencallar la negociación del nuevo convenio colectivo. Pero hace un mes se produjo una fractura.
UGT, el sindicato mayoritario en la compañía, alcanzó un principio de acuerdo con la dirección de Endesa para acudir a un arbitraje externo y conseguir un nuevo convenio mediante un laudo. Según la versión que se traslada desde UGT y también desde la propia compañía, los tres sindicatos llevaban meses reclamando la solución del arbitraje, pero CCOO y SIE acabaron bajándose por sorpresa de ese acuerdo.
Desde CCOO, en cambio, se subraya que UGT estuvo durante días negociando a espaldas del resto de sindicatos el acuerdo con la compañía para impulsar el arbitraje y hacerlo con "concesiones inasumibles" previas a iniciar el proceso para un laudo. Y es que CCOO y SIE denuncian que UGT ha pactado renunciar a que el nuevo convenio se aplique de manera retroactiva para 2018; a garantías económicas y de empleo indefinidas pactadas hace dos décadas; y dar por buena y no recurrir la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la tarifa de los jubilados. "Es un arbitraje que ya empezaríamos perdiendo", apuntan fuentes de CCOO.
En las últimas semanas se trata de recomponer la situación. En principio, todas las partes parecen dispuestas a aceptar primero abrir un proceso de mediación externa. Pero sólo hay consenso en esto. Si la mediación termina sin acuerdo, Endesa y UGT apuestan por un arbitraje para imponer un laudo de obligado cumplimiento que fije las bases del nuevo convenio. Pero CCOO y SIE de momento siguen rechazando el arbitraje.
UGT, con una mayoría del 56% de la representación sindical, subraya tiene potestad para acudir a un arbitraje con la eléctrica incluso sin el respaldo de las otras fuerzas sindicales. Endesa sigue presionando para sumar a los tres sindicatos al arbitraje y trata de evitar que sólo esté presente UGT.
Los tres sindicatos habían diseñado una oferta conjunta a la compañía que, entre otros aspectos, proponía una subida salarial del 3% retroactiva para 2018 y para cada uno del resto de años del convenio, hasta 2023, un incremento de las tablas salariales del 1,5%, una paga extra lineal para toda la plantilla del 1,3% de la masa salarial, un pago adicional y una paga de eficiencia en función de la rentabilidad de la compañía y una cláusula de revisión de los salarios si la inflación supera el 2% algún año. Endesa sólo ofrecía una subida del 1% anual.
El descuento de luz para empleados y jubilados
La negociación del convenio colectivo se ha encontrado con un escollo crucial que ha acabado por frenar cualquier avance. La compañía ejecutó el pasado 1 de octubre su decisión de suspender el descuento en el recibo de luz del que se benefician 26.000 ex trabajadores del grupo ya jubilados.
Hasta ahora, tanto los trabajadores como los ex empleados sólo se hacían cargo en su recibo de luz de los peajes regulados de la factura y de los impuestos, mientras que la parte del consumo eléctrico (entre un 35 y un 40% del recibo final) es gratuita. Para todos los jubilados ese enorme descuento –considerado como un pago en especie y por el que pagan también impuestos en su declaración de la renta- se ha acabado.
Endesa ha venido proponiendo a los sindicatos para alcanzar un acuerdo y cerrar el conflicto la posibilidad de rebajar el máximo de consumo eléctrico gratis del que se beneficia la plantilla y los jubilados, pasando y dejarlo en un máximo de 3.500 kilovatios hora (kWh) al año para todos. Actualmente algunos disfrutan de consumo gratuito ilimitado, otros de 30.000 kWh, otros de 20.000 kWh y otros de 15.000 kWh.
Los sindicatos UGT, CCOO y SIE presentaron hace unas semanas una propuesta común en la que se reclamaba que la plantilla actual y los jubilados mantuvieran un consumo gratuito de 15.000 kWh al año, así como una compensación para los empleados y ex empleados que tienen límites de consumo superiores a esa cota. Esto es, los sindicatos reclamaban cuatro veces más consumo eléctrico gratuito que el que hasta ahora ofrece la compañía.
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