Endesa y los sindicatos de la compañía siguen negociando (y ya van dos años de reuniones) un acuerdo para un nuevo convenio colectivo, que expiró en diciembre de 2017. Pero mientras continúan los encuentros, ahora divididos en varias mesas de negociaciones con diferentes temáticas, la compañía ha ejecutado finalmente su decisión de suspender el descuento en el recibo de luz del que se benefician 26.000 ex trabajadores del grupo ya jubilados.

Endesa pretendía acabar con este beneficio de sus ex empleados el pasado 1 de junio y accedió a aplazar la medida hasta el 1 de octubre. La compañía considera que no existen “las condiciones necesarias” para acceder a un nuevo aplazamiento y critica que los sindicatos no estén dispuestos a rebajar sus propuestas sobre un tema que para la eléctrica es imprescindible para firmar un acuerdo global sobre el nuevo convenio.

Endesa entiende que con la expiración del convenio también lo hace la vigencia de estos beneficios sociales para los jubilados, y dejará de pagar la electricidad de las casas de los ex trabajdores. La electricidad gratuita está considerada una parte del salario en especie, así que con la expiración del convenio la plantilla actual (integrada por cerca de 9.000 empleados) ha consolidado esa parte en sus contratos, pero los 26.000 ex empleados se quedan ahora sin bonificación alguna.

Hasta ahora, tanto los trabajadores como los ex empleados sólo se hacían cargo en su recibo de luz de los peajes regulados de la factura y de los impuestos, mientras que la parte del consumo eléctrico (entre un 35 y un 40% del recibo final) es gratuita. Para todos los jubilados ese enorme descuento –considerado como un pago en especie y por el que pagan también impuestos en su declaración de la renta- se ha acabado.

La dirección de la compañía entiende que la medida es revocable y podría echarla atrás siempre que se consiga un acuerdo para rebajar el consumo máximo del que se benefician la actual plantilla y el contingente de ex empleados jubilados, así como sus viudos y viudas. Endesa se muestra dispuesta a recuperar el descuento si hay un acuerdo sobre el convenio. Los sindicatos llevan semanas denunciando que es “chantaje” de la empresa para conseguir rebajar las condiciones laborales y económicas del convenio.

Endesa ha realizado en las últimas semanas un envío masivo de cartas a los jubilados en los que les confirmaba que el 1 de octubre “finaliza el beneficio social de suministro eléctrico” y se les ofrecía unas nuevas condiciones económicas para seguir prestándole el servicio eléctrico. “Recuerde que en todo momento tiene el derecho a resolver su contrato de suministro o proceder al cambio de compañía eléctrica a su libre elección antes de la fecha indicada. En caso contrario, se entenderá que acepta las modificaciones con fecha el 1 de octubre de 2019”, se recoge en las misivas.

Choque frontal por el descuento

Endesa ha propuesto a los sindicatos para alcanzar un acuerdo y cerrar el conflicto la posibilidad de rebajar el  máximo de consumo eléctrico gratis del que se beneficia la plantilla y los jubilados, pasando y dejarlo en un máximo de 3.500 kilovatios hora (kWh) al año para todos. Actualmente algunos disfrutan de consumo gratuito ilimitado, otros de 30.000 kWh, otros de 20.000 kWh y otros de 15.000 kWh.

Los sindicatos UGT, CCOO y SIE presentaron hace unas semanas una propuesta común en la que se reclamaba que la plantilla actual y los jubilados mantuvieran un consumo gratuito de 15.000 kWh al año, así como una compensación para los empleados y ex empleados que tienen límites de consumo superiores a esa cota.

Esto es, los sindicatos reclaman cuatro veces más consumo eléctrico gratuito que el que hasta ahora ofrece la compañía. Además, las tres organizaciones sindicales han venido reclamando hasta el último momento a la dirección de Endesa que volviera a aplazar la suspensión de la bonificación en especie a los jubilados y que no quitara el descuento de luz mientras se siga negociando el nuevo convenio.

Las acusaciones son cruzadas entre las partes. Desde Endesa se sostiene que no ha accedido a aplazar el fin del descuento porque los sindicatos no mostraron disposición a rebajar su propuesta y a negociarla. Y fuentes sindicales critican que la compañía “no quiere negociar, no se mueve y lo que ofrece no lo podemos firmar”.

Un ‘tesoro’ de 700 millones

Endesa recoge en sus cuentas unas provisiones de 711 millones de euros para hacer frente a los pagos futuros de los recibos de parte de los recibos de de los 26.000 jubilados. Si no hay acuerdo global para un nuevo convenio colectivo y para una solución al pago de la electricidad a los retirados, la eléctrica revertirá las provisiones millonarias y realizará una inyección en sus cuentas de esos más de 700 millones que irán a parar directamente a su resultado bruto de explotación (ebitda).

Según fuentes financieras, la oferta diseñada por la empresa sobre la electricidad gratuita (esos 3.500 kWh de consumo anual gratuito) serviría para rebajar esas provisiones desde los más de 700 millones actuales a sólo entre 100 y 150 millones. Pero si no hay acuerdo antes del fin de octubre, la eléctrica podrá revertir las provisiones en su totalidad.

Desde la compañía se esgrime que para negociar mejoras laborales y económicas en el nuevo convenio para los trabajadores en activo hace falta quitarse ese lastre millonario que suponen los beneficios sociales de los ex empleados. Desde los sindicatos se apunta que la oferta actual de la empresa contempla sólo una subida salarial del 1% al año durante la vigencia del convenio.

La propuesta común presentada por UGT, CCOO y SIE reclama, en este ámbito, una subida salarial del 3% retroactiva para 2018 y para cada uno del resto de años del convenio, hasta 2023, un incremento de las tablas salariales del 1,5%, una paga extra lineal para toda la plantilla del 1,3% de la masa salarial, un pago adicional y una paga de eficiencia en función de la rentabilidad de la compañía y una cláusula de revisión de los salarios si la inflación supera el 2% algún año.