Ryanair deja atrás sus dificultades. La aerolínea irlandesa de bajo coste ha anunciado este lunes que cerró los nueve primeros meses de su año fiscal con un beneficio neto de 1.240 millones de euros, lo que representa un 12% más que en el mismo periodo del año anterior.

En un comunicado remitido este lunes a la Bolsa del Londres, la compañía atribuyó la mejora de sus resultados, entre otros factores, a una "actuación mejor de la esperada" en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal (octubre-diciembre), con un aumento significativo de las ventas de billetes en Navidades y Año Nuevo.

Asimismo, Ryanair elevó sus ingresos totales en un 14%, hasta los 7.295 millones de euros, desde el comienzo de su año fiscal en abril hasta el final del tercer trimestre.

Dentro de esa facturación se incluyen los 2.374 millones de euros obtenidos por los llamados ingresos auxiliares, que incluyen las ventas a bordo, recargos por equipaje o tarifas de embarque con prioridad, y que crecieron un 28 % respecto a 2018.

La compañía asegura que cada vez más clientes pagan por el embarque prioritario y los asientos

En su nota de resultados, la aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste también informó de que obtuvo un beneficio neto de 88 millones de euros en el tercer trimestre fiscal, el 25% más que en ese mismo periodo del año anterior.

El precio medio de sus tarifas aéreas también se encareció un 9% y los ingresos auxiliares crecieron un 28%, hasta los 720 millones de euros, debido, sobre todo, a que "cada vez más clientes eligen embarque con prioridad y asientos", explicó la empresa.

Ryanair confirmó este lunes que sus accionistas han recuperado 440 millones de euros gracias al programa de recompra de títulos valorado en 700 millones de euros, en cual extenderá hasta finales del próximo julio debido a la "incertidumbre que rodea" la entrega de aviones Boeing 737 MAX-200.

La aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste ya anunció el pasado diciembre que eliminará empleos y cerrará dos bases de operaciones el próximo verano ante una previsible caída del tráfico de pasajeros provocada por los retrasos en la entrega de ese tipo de aparatos.

Las acciones del grupo suben este lunes más de un 4% y acumulan un alza superior al 80% en apenas cinco meses

A pesar de esta situación, Ryanair mejoró el pasado enero su previsión de crecimiento para este año fiscal, que concluye el 31 de marzo, y estimó que ganará entre 950 y 1050 millones de euros, frente a la horquilla de 800 y 900 millones pronosticados en julio.

"Las ventas por adelantado para el cuarto trimestre han aumentado un 1 % respecto al año anterior, con un precio medio del billete ligeramente mejor, y ahora esperamos que el tráfico anual creceré el 8 %, hasta los 154 millones de clientes", destacó Ryanair en el comunicado. 

Esta buena evolución no ha pasado desapercibida para los inversores, que tras varios trimestres de escepticismo sobres las perspectivas de la compañía, que llegó a entrar en pérdidas por la guerra de precios en el sector, parecen haber recuperado la confianza, lo que ha llevado la cotización del grupo aéreo a un paso de sus niveles más elevados del último año, registrados el pasado enero, antes de las tensiones desatadas por el coronavirus chino.

Este lunes, las acciones de Ryanair remontaban más de un 4% en la Bolsa de Londres y acumulan una escalada superior al 80% en apenas cinco meses. Su capitalización se sitúa ya por encima de los 16.000 millones de euros, por encima de los 14.000 millones en que se valora IAG.