La pasada semana, Reino Unido completó su salida de la Unión Europea. La naturalidad con la que se recibió la tan largamente anunciada ruptura en los mercados financieros contrastó de forma evidente con la manera como se acogió en junio de 2016 el resultado del referéndum con el que se inició el proceso.

Aquel viernes 24 de junio ha quedado marcado en la historia del Ibex y de muchas de las compañías que lo componen como una de las peores sesiones jamas vividas. Así fue también para Iberdrola, que saldó aquella jornada con un descenso superior al 10%, que cercenaba su valor bursátil por debajo de los 5 euros por acción y una capitalización ligeramente superior a los 33.000 millones.

Hoy, apenas tres años y medio después de aquello Iberdrola no sólo ha logrado dejar atrás aquellas magulladuras sino todas las arrastradas desde el estallido de la crisis financiera y tras superar este miércoles la barrera de los 10 dólares por acción ha establecido un nuevo récord.

Iberdrola vale hoy casi tanto como las otras cuatro grandes eléctricos de la bolsa española

La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán aprovechó este jueves una sesión de optimismo generalizado en los parqués para, con el impulso de la venta de su participación en Siemens Gamesa -que pone fin a años de conflictos con su socio alemán-, estirar su buen arranque de año, con una subida del 2,55%, que eleva su saldo desde el inicio de 2020 por encima del 13%, unos registros sólo superados en el Ibex por Cellnex.

Pero estos números apenas representan una anécdota si se amplía el foco sobre la remontada que acumula Iberdrola en los últimos años. Precisamente desde el descalabro tras el referéndum del Brexit, el grupo eléctrico español ha obtenido unos rendimientos en bolsa -incluyendo dividendos- superiores al 128%.

Esta escalada, que apenas resiste comparaciones en el Ibex, ha permitido a Iberdrola situarse como la segunda mayor compañía del índice selectivo español, con una valoración que roza ya los 65.000 millones de euros. De este modo, su capitalización prácticamente iguala la suma de los otros cuatro grandes grupos energéticos de la bolsa española: Endesa, Naturgy, Red Eléctrica y Enagás.

La compañía se ha visto beneficiada en los últimos años por un entorno benigno para los grupos con negocios predecibles y atractivos dividendos, que han sido en gran medida empleados por los inversores como sustitutivos de la renta fija. Su elevada diversificación le ha permitido sortear con notable entereza los sucesivos episodios de incertidumbre regulatoria en España y su decidida apuesta por las energías renovables le ha dotado de un potencial de crecimiento superior.

Precisamente, este último es uno de los factores que más resaltan las firmas de análisis que se muestran más optimistas respecto al grupo que preside Sánchez Galán. Compañías como Goldman Sachs o Barclays han elevado en los últimos días su visión sobre la compañía para situar el precio objetivo que le otorgan en los 11 euros por acción, lo que aún representa un 7,8% de potencial respecto a su cotización actual, e implicaría elevar su capitalización hasta los 69.982,8 millones de euros.

Los analistas de Société Générale, que fijan su precio objetivo en los 10,9 euros, explicaban recientemente su confianza en el grupo por alta visibilidad de sus ganancias en un horizonte de entre 4 y 5 años, con una tasa de crecimiento anual compuesto superior al 6% "en actividades con un fuerte potencial de crecimiento (energías renovables y redes) por varios años más".

Catalizadores

Las miradas del mercado apunta ahora al Día del Mercado de Capitales (CMD), previsto para el próximo 20 de mayo, como uno de los posibles catalizadores que podría tener Iberdrola durante el ejercicio.

En Barclays esperan que la compañía eléctrica aproveche la ocasión para presentar un nuevo plan de inversión de capital. "Prevemos que Iberdrola tiene la capacidad de aumentar el ritmo de las inversiones hasta 10.000 millones por año, dada la flexibilidad financiera de su balance. Además, creemos que Iberdrola tiene suficientes oportunidades de crecimiento orgánico para usar su ventaja financiera", comentan.

En la misma línea se expresan en Société Générale, donde consideran que durante el CMD, Iberdrola podría "confirmar una política activa de rotación de activos y medidas para reducir sustancialmente el capital de trabajo (potencialmente en 3.000 millones)".