Las provisiones multimillonarias efectuadas por Telefónica se comen una parte sustancial de su beneficio anual. El grupo obtuvo el año pasado un beneficio neto atribuido de 1.142 millones de euros, lo que implica un fuerte recorte del 65,7% en relación al beneficio de 3.331 millones de euros de 2018. Un desplome que se debe a varios golpes contables extraordinarios, principalmente los costes del plan de bajas voluntariass para recortar plantilla en España.

Tras conocerse los resultados, el precio de las acciones de Telefónica sufrieron un fuerte castigo en bolsa, que han ido corrigiéndose a lo largo de la sesión. Las caídas han llegado a superar el 5,5% en las primeras horas , dejando el valor por debajo 6,2 euros por título, para finalmente rebajarse el golpe hasta perder un 3,3%.

Telefónica subraya que el beneficio neto incluye unos impactos extraordinarios por valor de 2.432 millones de euros, de los que 1.614 millones de euros corresponden a la provisión por gastos de reestructuración, registrados principalmente en España. También supone un golpe negativo la reversión de activos por impuestos diferidos de Telefónica México (454 millones de euros), los impactos de la transformación del modelo operacional de dicha filial (275 millones de euros) y el deterioro del fondo de comercio de Telefónica Argentina (206 millones de euros). Por el contrario, las plusvalías y otros factores han sumado 117 millones de euros.

La operadora también sufre una ligera caída de su cifra de negocio en el conjunto de 2019, con 48.422 millones de euros, un 0,6%  menos  Sin embargo, en términos orgánicos los ingresos subieron un 3,2%. El resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) de Telefónica alcanzó los 15.119 millones de euros, un 2,9% menos que los 15.571 millones de euros de 2018, aunque en términos comparables se incrementó un 1,9%, apoyado en el crecimiento de los ingresos y en las eficiencias derivadas de la digitalización y simplificación.

Menos deuda, mismo dividendo

El grupo comandado por José María Álvarez-Pallete siguió recortando la deuda, uno de los parámetros que llevan años vigilando los inversores como un lastre para las cuentas. Telefónica situó su deuda neta en los 37.744 millones de euros, un 8,1% menos, tras recortar algo más de 3.300 millones su endeudamiento en un año. La generación de caja libre aumentó un 20,6% en los últimos doce meses, hasta alcanzar los 5.912 millones de euros, su nivel más alto desde 2013.

La operadora atribuye el descenso de la deuda fundamentalmente a la generación de caja libre, las desinversiones financieras netas (1.090 millones de euros por la venta de diez centros de datos; las filiales de Panamá, Nicaragua y Guatemala; y Antares) y la emisión y sustitución de instrumentos de capital (686 millones de euros).

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha destacado que 2019 ha sido un "año importante" para la compañía, que ha cumplido sus objetivos financieros y cuyos mercados clave han crecido en términos orgánicos "Somos cada vez más eficientes gracias a la digitalización y al apagado de legado. Hemos generado un fuerte flujo de caja libre en 2019, que nos ha permitido continuar reduciendo deuda por undécimo trimestre consecutivo, gracias también a la venta de activos y a iniciativas adicionales que mejoran el retorno sobre el capital empleado", ha asegurado.

Respecto a los objetivos fijados para este ejercicio, Álvarez-Pallete ha indicado que esperan crecer "de manera estable" en las principales magnitudes, así como ofrecer un dividendo "estable y atractivo" –la retribución al accionista se queda como estaba-, mientras que a largo plazo el grupo tiene un objetivo de crecimiento "sostenible y responsable".

En este contexto, la compañía confirma la remuneración al accionista para 2019, de la que está pendiente el pago de un segundo tramo de 0,20 euros en junio de 2020, y propone la política de remuneración para 2020, consistente en 0,40 euros por acción en efectivo, pagadero en diciembre de 2020 (0,20 euros) y en junio de 2021 (0,20 euros por acción).

España sigue creciendo

Por divisiones, Telefónica ingresó en España un total de 12.767 millones de euros en 2019, lo que representa un aumento del 0,5% en comparación con 2018, mientras que su división alemana facturó 7.399 millones de euros, un 1,1% más.

Por su parte, los ingresos de la filial de Reino Unido aumentaron un 3,8% en términos orgánicos y un 4,7% en reportados, hasta situarse en los 6.384 millones de euros, y los de la de Brasil descendieron un 0,9% en términos reportados, hasta los 10.035 millones de euros, pese a que en orgánicos subieron un 1,9%.

La filial en Hispanoamérica Sur redujo sus ingresos un 4,4%, hasta los 6.384 millones de euros, a pesar de que en términos orgánicos subieron un 15,3%, mientras que Hispanoamérica Norte facturó 3.795 millones de euros, un 0,8% menos en términos orgánicos y un 6,9% menos en reportados.

En este contexto, el grupo destaca que la evolución de los tipos de cambio ha tenido un "impacto negativo" en sus cuentas principalmente por la depreciación frente al euro del peso argentino. En concreto, ha reducido en 3,5 puntos porcentuales el crecimiento de los ingresos y ha provocado una disminución "significativa" en términos de generación de caja (-173 millones de euros).

Menos clientes en todo el mundo

Telefónica cerró 2019 con un total de 344,33 millones de clientes, los que supone un 3,4% menos que los 356,57 millones que tenía a finales de 2018. En concreto, los accesos móviles descendieron un 3,4%, los de telefonía fija un 11,3%, los de datos de Internet un 4,2% y los de televisión de pago un 4,9%.

En este contexto, la operadora señala que la mejora del nivel de satisfacción del cliente, lo que se ha traducido en un incremento del ingreso medio por cliente del 4,3% y una tasa de abandono (churn) estable.

Por otro lado, Telefónica informa de que ha capturado en 2019 más de 420 millones de euros en ahorros por la transformación digital y alcanza dos tercios del objetivo de 1.000 millones de euros comprometido para el periodo 2017-2020.