El desplome de los precios del petróleo por el choque frontal entre Arabia y Rusia por cómo hacer frente al coronavirus ha provocado un lunes negro en las bolsas para las compañías petroleras, que han sufrido un zarpazo millonario en sus cotizaciones.

Repsol ha registrado una caída del 15,13%, la mayor desde octubre de 2008. La compañía presidido por Antonio Brufau se ha dejado 2.275 millones de euros de su valor en bolsa en una sola sesión. Y eso que la petrolera española no sido de las peor paradas de entre las grandes energéticas europeas.

Las caídas entre las compañías del sector petrolero han sido generalizadas. La compañía anglo-irlandesa Tullow Oil destaca con un desplome del 30,92 %, mientras que la italiana Eni se hunde el 20,85 % la británica BP el 19,48 %; la portuguesa Galp, el 16,52 % y la francesa Total, el 16,61 %.

El derrumbe de las bolsas en paralelo del desplome histórico del precio del petróleo. El doble shock provocado por el frenazo económico que se espera por el coronavirus y la falta de acuerdo entre la OPEP y Rusia para reducir la producción y sostener el precio ha provocado descenso de hasta el 30% a lo largo de la jornada -la mayor caída desde la Guerra del Golfo de 1991- y han hecho que el crudo pierda la mitad de su valor sólo en lo que va de año. La caída del Brent se ha contenido durante la sesión, y finalmente se ha quedado en 20,28%, con 36,12 dólares por barril.

“Las tensiones entre Arabia Saudí y Rusia, cuya alianza ha ayudado a sostener los precios del petróleo durante los últimos tres años, conducirá ahora a una guerra de precios que llevará al petróleo a mínimos plurianuales”, avisa Névine Pollini, analista de Union Bancaire Privée (UBP), que mantiene su recomendación de no invertir en el sector. “La industria del petróleo se enfrenta a una combinación letal: demasiada producción mundial de petróleo junto con la ralentización del crecimiento económico mundial”.

El pánico en los mercados es consecuencia del choque frontal entre Arabia y Rusia por el control de la producción mundial. El cártel OPEP, en el que se incluyen la mayor parte de los principales exportadores de crudo y que está liderado por Arabia Saudí, intentó la semana pasada sumar a Moscú a una estrategia para sostener los precios que implicaba recortar la producción en 1,5 millones al día. Rusia dijo no, y eso ha desatado el vendaval.

La falta de acuerdo ha abierto, de facto, una guerra de precios entre Arabia y Moscú. Aramco, el gigante petrolero saudí y la mayor empresa cotizada del mundo, se ha lanzado ya a recortar precios y ha advertido que podría incluso aumentar su producción. Arabia Saudí reducido el precio de venta oficial en 7-8 dólares por barril en Europa y Estados Unidos, y 4-6 dólares por barril en Asia, en el mayor recorte de tarifas desde al menos 2004.

“Si los precios del petróleo se mantienen en un promedio de 35 dólares por barril el resto de 2020, el flujo de caja de todo el año para las compañías petroleras integradas se reducirá entre el 50% y el 60%. Los dividendos de todas las compañías integradas no están cubiertos a 35 dólares por barril. Si bien no creemos que los recortes de dividendos se produzcan a corto plazo, sin una recuperación del precio del crudo serán irremediables. Ninguna parte de la industria petrolera trabaja de forma rentable a 30 dólares el barril”, advierte advierte Mark Lacey, analista de materias primas de Schroders.

Las compañías petroleras que cotizan en bolsa y que operan en este entorno se encuentran en su momento más frágil de los últimos 20 años. Los inversores han estado desinvirtiendo a medida que las preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza empresarial animaban a desviar el capital hacia el sector de las energías renovables.

“Los riesgos que amenazan el equilibrio en el mercado de petróleo para los próximos meses vienen por el lado de la demanda, y la acumulación de grandes inventarios será inevitable en los próximos meses. Además, si miramos al período 2021-2025, el mercado del petróleo estará infra abastecido y necesitamos que la OPEP aumente la producción por encima de su capacidad de reserva actual”, indican desde Schroders. “Así que irónicamente, la forma de ver el mercado del petróleo es simple. Cuanto más tiempo permanezcamos con los precios actuales, más oferta se eliminará de la industria. Esto prepara al mercado para un período de restricción significativa y precios mucho más altos, cuando finalmente entremos en un período de demanda estable y de reabastecimiento”.